María Eugenia Vidal apunta a sumar como nuevo eje de su campaña a la educación pública. Después de cerrar la paritaria con los docentes –despejando el año electoral de escuelas en paro–, la gobernadora busca instalar la idea de “logros” en su gestión en materia educativa. En esa línea, esta semana se reunió con un grupo de alumnos que terminaron sus estudios de adultos. Vidal publicó una foto del encuentro en las redes, donde habló de su preocupación por el acceso a la educación gratuita en cualquier etapa de la vida, “no importa qué edad tengamos”. Sin embargo, la realidad de las escuelas de la provincia es un bote que hace agua: integrantes de la comunidad educativa denunciaron que la gobernadora “usó” una escuela de San Isidro en particular “porque tiene uno de los edificios mejor mantenidos del distrito, con las aulas pintadas, pero desde agosto del año pasado la escuela está sin gas. Para poder darle algo caliente a los chicos, la cooperadora tuvo que comprar un anafe eléctrico”.
Además, los alumnos de la foto tampoco están cursando en esa escuela, donde desde hace dos años –es decir, bajo el gobierno de Vidal– ya no hay educación para adultos. “La primaria 702 (para mayores) fue trasladada y allí tampoco hay sede del Fines”, confirmaron a PáginaI12 en el sindicato docente Suteba de San Isidro.
La gobernadora subió el tuit el lunes pasado. “Gladys, Noemí, Julián y Nicolás son algunos de los vecinos que ya terminaron sus estudios y hoy me contaron cómo les cambió la vida y la de sus familias porque ahora tienen nuevos trabajos y más herramientas”, escribió para la foto en la que, acompañada por el ministro de Educación de la provincia, Gabriel Sánchez Zinny, escucha a los egresados.
La imagen es de cercanía y gestión. Mirando a cámara, junto a Vidal, hay una mujer que podría ser tomada por una de las alumnas pero es en realidad una inspectora. Los egresados serían un grupito de cuatro, sentados de espaldas al lente.
Desde la comunidad escolar contaron que la gobernadora se presentó en la escuela el lunes a la mañana, de manera sorpresiva para la mayoría de los docentes, a los que sólo les dijeron que iba a ingresar con el ministro. “Nadie se acercó mucho y se fue antes de la hora de salida, así que tampoco se cruzaron con los padres. Fue una lástima que nadie pudiera decirle que no tenemos del gas.”
“En la escuela tenemos una buena cooperadora y por eso están un poquito mejor las instalaciones, las paredes pintadas, sobre todo. Pero el problema es que desde el año pasado está cortada la conexión. Hubo una pérdida y el arreglo todavía no se hizo. Si preguntamos, nos dicen que ya está todo por solucionarse, pero así van pasando los meses. Llegó el 2019, ahora el invierno. La cooperadora tuvo que comprar un anafe y con eso calientan el desayuno y la merienda, pero no hay calefacción en ninguno de los salones. En junio no va a haber estufas”.
En el tuit, Vidal remarcó que en la provincia “ya logramos que 1.009.209 (personas) vuelvan a la escuela para terminar el secundario”. Recientemente, la gobernadora también hizo gala de los mejores resultados obtenidos en las últimas Pruebas Avanzar, que miden el aprendizaje en los Centros de Educación de Nivel Secundario (CENS) y sedes del Plan Fines.
En el gremio docente siguen con malestar esta reivindicación de supuestos logros en áreas que la comunidad educativa tuvo que defender frente a un ajuste brutal. Recuerdan que Vidal recortó los planes socioeducativos, intentó el cierre de escuelas de Islas, cerró escuelas rurales e hizo el amague de cerrar también los bachilleratos nocturnos, lo que fue evitado mediante movilizaciones de alumnos y directivos.
La gobernación también busca difundir como un logro propio el incremento de la escolarización de adultos. Consultada sobre el número de inscriptos, Silvia Almazán, secretaria adjunta del Suteba, señaló que en coexistencia con las medidas de ajuste hubo un reordenamiento educativo. “En los últimos años la provincia reorganizó la matrícula que estaba dispersa en varias modalidades, y esa es una de las razones por las que aparece una mayor cantidad de alumnos en educación para adultos. Inscriptos que antes eran de secundarios nocturnos, por ejemplo, pasaron a secundarios para adultos. Por otro lado, los beneficiarios de programas sociales como el Haciendo Futuro, que pide capacitarse como contraprestación, sumaron a la matrícula. En la medida en que los programas sociales crecen en su dimensión, debido a la crisis, suman a la matrícula educativa. Otro factor en juego es que en etapas con mayor desocupación, más personas se vuelcan a estudiar. Es decir que hay razones diversas. Un mayor número de inscriptos no significa que se hayan creado más garantías de terminalidad educativa”.
“Nosotros no queremos decir que no creció. De lo que dudamos es de la proporción que intenta mostrar el gobierno de la provincia de Buenos Aires. Cuando comenzó esta gestión se castigó mucho a la escuela pública diciendo que había una transferencia muy importante de matrícula de las escuelas públicas a las privadas, y eso no acontecía en ninguno de los niveles ni modalidades. Lo que sucede es que el Estado en la provincia no garantiza el nivel inicial, las salas de 4 y 5 años, que son obligatorias. En los barrios hay por eso mucha oferta de escuelas privadas humildes o jardines comunitarios. Se inicia así un circuito privado que el propio Estado promueve al no garantizar el acceso”.
“Nos sorprende que el Gobierno, después de tanta crítica a la escuela pública hasta el año pasado, ahora empieza a presentar que de repente en las evaluaciones nos fue muy bien y que aumentó la escolarización en adultos. Promover la educación pública, en términos discursivos, desde el gobierno de la provincia de Buenos Aires se la promueve. Pero su correlato no está ni en el financiamiento ni en las condiciones materiales. A esto hubo que hacerlo visible en una lucha que en relación al salario llevó 15 meses, y que se sigue dando por la infraestructura y las políticas educativas.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/194005-una-preocupacion-solo-de-campana