La cercanía de las elecciones marcó esta celebración de San Cayetano: los movimientos sociales de la UTEP decidieron este año no realizar su marcha tradicional por Tierra, Techo y Trabajo. Se limitaron en cambio a organizar una ceremonia de bendición de sus herramientas y productos, en Liniers. Allí, sobre la Avenida Rivadavia, a cien metros de la iglesia del santo patrono del pan y del trabajo, miles de integrantes de la economía popular se concentraron para demandar al Estado políticas de apoyo al sector, en el que hoy se ganan la vida más de 8 millones de argentinos: cartoneros, vendedores ambulantes, cooperativas de la construcción, textiles, de la agricultura familiar, cuidadoras, responsables de comedores populares. Como sucede cada 7 de agosto, la jornada fue también un gesto de autoafirmación de su identidad trabajadora. La misa militante coincidió con largas filas de fieles que se acercaron con espigas y estampitas para agradecer al santo.
No hubo un escenario desde el que los representantes de las organizaciones sociales hicieran sus demandas. El discurso de mayor densidad política fue pronunciado esta vez por un representante de la iglesia, y en la misa realizada en el cercano Santuario de San Cayetano, donde Jorge Ignacio García Cuerva, designado recientemente por el Papa Francisco como nuevo arzobispo de Buenos Aires, planteó que el bajo índice de desempleo alcanzado “no nos conforma” y reclamó “trabajo digno y bien remunerado”.
“No hay bolsillo que aguante”, sostuvo García Cuerva sobre la inflación, y agregó: “No se puede vivir a polenta y arroz”.
Aún sin escenario ni proclamas, hubo mensaje: la presencia en la calle de los trabajadores de la economía popular, mostrando cómo se ganan la vida.
Este tipo de convocatorias, que moviliza no a todos ni a la mayoría, sino a los más organizados dentro de la economía popular, hace posible observar sus avances, los casos que son muestra de lo que es posible. Los tipos de trabajo que podrían desarrollarse a mayor escala.
- “En nuestro Espacio de Primeras Infancias cuidamos niños de 45 días a 4 años”, contó por ejemplo Daniela Zarza, de Somos Barrios de Pie. Estaba en la concentración junto a sus compañeras de un jardín maternal ubicado en la localidad de Martín Coronado. Todas ellas llevaban chalecos con la inscripción “cuidar es trabajar”. Zarza señaló que todas las trabajadoras de ese espacio se capacitaron, son diplomadas en cuidados de la infancia. El jardín funciona de 9.00 a 16.30, permitiendo que las madres y padres del barrio tengan con quien dejar a sus chicos para ir trabajar. Los chicos desayunan y almuerzan y permanecen con cuidadoras que los ayudan a desarrollar rutinas y juegos. El ingreso de estas trabajadoras de la economía popular depende del programa Potenciar Trabajo y es equivalente, mediante un plus, a un salario mínimo.
- Silvia Cano llegó a Liniers con otras talleristas del Polo Textil del Frente Popular Darío Santillán. Sus 15 talleres del Conurbano, donde se ganan la vida 300 personas, atraviesan un momento difícil porque les suspendieron -o se les discontinuaron- las compras estatales: por alguna razón dejaron de recibir encargos para confeccionar guardapolvos, su actividad principal. Sin embargo, señaló Cano, van consiguiendo encargos del sector privado y para sindicatos, la van peleando, nadie perdió su puesto.
- La cooperativa de pescadores artesanales La Bolla (de Pipinas, Punta India), llevó una de sus lanchas a la ceremonia de bendición. Andrés Baigorri contó que son diez trabajadores y les va bien, viven de su producción, pero podrían ser más si se desarrolla un proyecto para que el pescado se destine al consumo local, ya que hoy están obligados a vender todo a frigoríficos exportadores. “Ampliar los puestos de trabajo depende de acceder a inversión en equipos de frío y vehículos para el transporte”.
- Gastón Reyes, de la rama de la construcción del MTE en La Matanza, estaba también con trabajadores de su cooperativa. Trabajan haciendo integración sociourbana. Ya hicieron conexiones de agua, redes eléctricas, veredas y núcleos húmedos (cocinas más baños) en el barrio Bicentenario, luego continuaron haciendo un playón de deportes en el barrio Nicol y se preparan para trabajar en la creación de lotes con servicios. Sus ingresos y condiciones de trabajo son equivalentes a las del convenio de la Uocra.
- Yésica, Luciana y Sara viajaron a Liniers desde Maquinista Savio, en Escobar, donde son parte de una cooperativa que hace trabajos de construcción y jardinería. Es un tipo de cooperativas de la economía popular que se viene desarrollando más recientemente, inscriptas en más de una actividad, porque a las oportunidades de trabajo las van consiguiendo como organización social y varían según la época y los gobiernos. “Ya construimos un comedor y una iglesia”, contó Yésica; pero también tienen formación en oficios y una carpintería.
En Liniers había también cartoneros y recicladores, vendedores ambulantes, trabajadoras de comedores populares, promotoras de salud y de género, comercializadoras alternativas, trabajadores de la agricultura familiar.
También hubo quienes, sin estar organizados, se acercaron como todos los años a rezarle al santo. “Vinimos a pedir salud y trabajo por mí, por mis hijos, por mis nietos y por toda la gente que lo necesita”, aseguró Sandro Medina, de 51 años, quien viajó en tren desde Merlo. “Todos los años vengo a dar gracias y a pedir por mi familia y por toda la gente que conozco”, contó Carmen Suárez, de Florencio Varela.
Agua bendita
La bendición de las herramientas y productos estuvo a cargo del García Cueva, el arzobispo porteño, acompañado por el obispo villero Gustavo Carrara. “Dios les está diciendo ‘bien ahí’ porque en medio de tantas dificultades hay gente que sigue creyendo que el trabajo es el mejor ordenador social”, dijo García Cuerva que, ayudado por un par de sacerdotes, arrojó agua bendita a los trabajadores y sus herramientas.
Había un clima muy popular y no faltaron los chistes. “¿Taaan cargados de pecado estamos, padre?”, preguntó un manifestante secándose la cabeza. Otro reclamó que le apuntara con el agua bendita a tal o cual, “porque es votante de Sergio Massa y va a necesitarlo”. Chicanas: entre los movimientos que integran la UTEP, unos apoyan la candidatura presidencial del ministro de Economía y otros la de Juan Grabois. La interna de Unión por la Patria, si bien genera chispazos al interior del sindicato de la economía popular, no llevará a una ruptura.
El titular de la UTEP, Esteban “Gringo” Castro (del Movimiento Evita), Lito Borello (Comedor Los Pibes), Dina Sánchez (Frente Popular Darío Santillán), Norma Morales (Somos Barrios de Pie), Nicolás Caropresi (Movimiento de Trabajadores Excluidos), Rafael Klejzler (MP La Dignidad) y Hugo Godoy (CTA Autónoma) fueron algunos de los referentes presentes.
A su vez, una columna del Tercer Malón de la Paz marchó desde Flores hasta Liniers, acompañados por manifestantes de la Corriente Clasista y Combativa. Los voceros de los pueblos originarios señalaron que tienen un nuevo pedido de audiencia solicitado para este martes, en la Corte Suprema. El jueves pasado el máximo tribunal no los recibió.
“Vamos a plantearle a la Corte que se expida sobre la inconstitucionalidad de la reforma” de la constitución de Jujuy, señaló Aldo Condorí a Página/12. Otros integrantes del Malón, que mantiene desde la semana pasada una permanencia en la plaza Lavalle, frente al palacio de Tribunales, contaron que continúan su protesta con grandes dificultades porque la policía de la Ciudad no les permite armar carpas para dormir y sólo consiguieron llevar a la zona unos pocos baños químicos. Este martes los voceros del Malón darán una conferencia de prensa, a las 14.00 horas, con la presencia del premio nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, para informar sobre los resultados de sus gestión y la continuidad de su protesta.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/575436-san-cayetano-un-rezo-popular-por-techo-tierra-y-trabajo