“El grupo Revolución Federal, organizado por Jonathan Morel y Leonardo Sosa, del que luego tomaron parte también Gastón Guerra y Sabrina Basile, al planificar, coordinar y difundir distintos tipos de mensajes de odio, escraches, actos intimidatorios y manifestaciones, llegando a utilizar incluso antorchas en la vía pública arrojadas junto con bombas de estruendo contra la Casa de Gobierno, se terminó constituyendo, en el actual contexto de crisis económica y financiera, en uno de los actores que sembraron en la sociedad la escalada de violencia y odio, cuyo acto más trascendente resultó ser el intento de homicidio de la vicepresidente de la Nación”, Cristina Kirchner. En esos y otros términos, el fiscal Gerardo Pollicita pidió la detención de esos cuatro integrantes de la organización de ultraderecha, que el juez Marcelo Martínez de Giorgi avaló y encomendó a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Primero fueron arrestados los tres varones y luego Basile, hija de Alfio “Coco” Basile, ex DT de la Selección, se entregó en Comodoro Py. La PSA, también por orden del juez, allanó las oficinas de Caputo Hermanos, la firma ligada al exministro macrista Luis Caputo que es investigada por el presunto financiamiento de Revolución Federal (ver aparte).
“Al kirchnerismo cárcel o bala”, “van a correr”, “todos presos, muertos o exiliados”, “no vamos a cantar el himno, vamos a exigir renuncias”, “¿no se quieren ir? Los vamos a sacar”, fueron algunas de las consignas del grupo en sus cinco meses de existencia, cuyas manifestaciones violentas y eventos en redes sociales incluyeron amenazas hasta de muerte dirigidas a CFK, Alberto Fernández y Máximo Kirchner. La sospecha adicional es que, pese a estar en el ojo de la tormenta y bajo investigación, habrían seguido planificando acciones similares. Algo que alertó a los investigadores fue que Morel publicó el jueves a la tarde un video en su estado de WhatsApp donde decía “chau”.
Nexo con el atentado
Las detenciones se produjeron después de que la vicepresidenta se presentara como querellante en la causa sobre Revolución Federal y advirtiera la probable participación directa de sus miembros en el atentado contra su persona (ver aparte). También fueron posteriores a que saliera a la luz que Morel, una socia y una ex pareja habían recibido por lo menos 8,7 millones de pesos de dos fideicomisos de la empresa Caputo Hermanos, por supuestos trabajos de la carpintería que pusieron en Boulogne el año pasado, sin antecedentes en un oficio que Morel dijo que aprendió por YouTube. Las oficinas en Santa Fe al 1600 de los fideicomisos en cuestión, Santa Clara del Sur y Espacio Añelo, fueron allanadas junto a otros nueve domicilios. El abogado de Morel, Nilo Medina, reconoció a este diario que la carpintería del líder de Revolución Federal no hizo los muebles (ver aparte).
El juez Martínez de Giorgi y el fiscal Pollicita habían sostenido la existencia del posible nexo de Revolución Federal con el intento de magnicidio, a partir de expresiones y hechos en días y meses previos, que podían preanunciarlo. Por eso le mandaron la causa a la jueza María Eugenia Capuchetti, que investiga el atentado, pero ella se las devolvió porque dijo que no veía la relación hasta el momento. Luego avaló esa decisión el presidente de la Cámara Federal, Mariano Llorens. Los otros interrogantes pendientes pasan por la fuente de financiamiento y quién del ámbito de la política está detrás.
En los últimos días se conocieron datos relevantes sobre terminales políticas que la Justicia deberá analizar. Además del capítulo de los Caputo, que se presentaron con la empresa en la causa para confirmar que encargaron trabajos a la carpintería de Morel, apareció el nombre de Hernán Carrol, un dirigente de ultraderecha, ex candidato en la lista de José Luis Espert, y aparece en fotos con Javier Milei y en actos con los “halcones” del PRO Patricia Bullrich, Waldo Wolff, Fernando Iglesias y Gerardo Milman, donde incluso se ocupó de la seguridad. Fernando Sabag Montiel, detenido por el intento de gatillar en la cabeza CFK, le escribió a la jueza que Carrol debía designarle un abogado particular y que tenía los medios para hacerlo. El mensaje de Sabag pareció un reclamo: si alguien lo metió en esto, que se ocupe de sacarlo. Carroll hizo el 18 de agosto un vivo de Instagram con Brenda Uliarte, también detenida e impulsora del homicidio.
Detenciones y razones
Las detenciones de los miembros de Revolución Federal fueron pedidas por Pollicita, quien consideró que la reiteración de hechos violentos y amenazas mostraban peligrosidad. “Se pudo corroborar” que desde mayo, sostuvo el fiscal en su dictamen, “a través de la agrupación Revolución Federal” Morel, Sosa, Guerra y Basile “alentaron e incitaron a la persecución y al odio contra determinadas personas a causa de sus ideas políticas, principalmente funcionarios públicos de la actual gestión del Poder Ejecutivo Nacional –Alberto Férández, CFK, Sergio Massa, Silvina Batakis, Victoria Donda, entre otros– y en ese contexto atentaron entonces contra el orden público”. Según el documento, al que accedió Pagina/12, Sosa y Morel organizaron al grupo que fue ganando adeptos “con el objetivo prioritario aunque no único de que los kirchneristas tengan miedo de ser kirchneristas, combatiendo las ideas políticas de determinados dirigentes, principalmente de la coalición política Frente de Todos”. “Van a tener miedo desalir a la calle”, cita Pollicita una de las advertencias intimidatorias repetidas.
Los tres delitos que por ahora tuvieron en cuenta son incitación a la violencia, instigación a cometer delitos y organizar o fomar parte de agrupaciones permanentes o transitorias que tengan por objeto imponer sus ideas o combatir las ajenas por la fuerza. Todo esto agravado por la ley contra la discriminación, que castiga actos discriminatorios de diverso tipo, entre ellos por motivo de ideología y de opinión política o gremial, como en este caso. Para el fiscal no había que esperar más el avance de otras líneas de investigación, que continúan. Las detenciones, es evidente, llevan implícito un mensaje para frenar la escalada de violencia que, además, fogonean grupos libertarios y de ultraderecha. Las indagatorias comenzarían este viernes.
Los allanamientos y detenciones estuvieron a cargo de la PSA. Morel fue detenido en Paraná en la casa de su novia, Sosa en Villa Ballester y Guerra en Moreno, en sus respectivos domicilios. Los procedimientos incluyeron, además de las viviendas, la carpintería en Boulogne, en la calle Martín Rodríguez 141, donde se investiga también si se produjeron eventos o contactos con fuerzas políticas. Morel militó en 2015 en la campaña de Mauricio Macri e incluso fue fiscal de Juntos por el Cambio con posterioridad. Sosa también se involucró con el macrismo en aquellas elecciones. Con el tiempo se dijeron desencantados. Morel expresó públicamente su simpatía por Javier Milei. El discurso de la organización tiene la impronta de los libertarios. También fue allanada la casa del propio Coco Basile.
Pollicita advirtió que “la violencia e intimidación desplegadas, se llevó a cabo no solo de manera digital sino que fue encarnada en la realidad, cumpliendo así el objetivo de la agrupación de ganar la calle, en tanto consideraban que aquella estaba dominada por la izquierda, conformando entonces una cronología de sucesos que, evaluados en su conjunto, demuestran la existencia de un esquema delictivo guiado por un hilo conductor que tuvo como fin principal imponer las propias ideas de la agrupación y combatir las ajenas por medio del temor“.
Cronología del terror
La lista de manifestaciones y convocatorias de Revolución Federal comienza en mayo de este año, organizadas por los detenidos:
* El 25 de mayo hicieron una marcha de antorchas. Convocaban: “Reventamos la Plaza de Mayo diciendo #Basta a CFK y a Alberto. No se quieren ir? Los vamos a sacar #VanACorrer”.
* En julio: el 3 fueron a la quinta de Olivos por la asunción de Silvina Batakis en Economía e invitaban otra vez con el hashtag #VanACorrer”. El 9 hicieron un banderazo contra el gobierno en el Obelisco. Fue el día que Morel llevó la guillotina que fabricó en su carpintería sobre la cual se leía: “TOD☀S PRESOS, MUERTOS O EXILIADOS”, con el sol obviamente alusivo al Frente de Todos. El 14 de julio hicieron una marcha de velas frente a la Quinta de Olivos y otra vez las consignas del tipo “no tienen que poder caminar por la calle en paz”. El 21 estuvieron frente al Instituto Patria donde Claudio Herz, megáfono en mano, amenazó de muerte a la vicepresidenta (“te vamos a ahorcar”) y fue procesado por el juez Daniel Rafecas. Estaban allí Morel, Basile y Guerra.
* En agosto empezaron con un escrache a Mirtha Tundis en un bar y a Juan Grabois en la puerta del Congreso, donde tiraron polenta. Fueron a la Casa Rosada por la asunción de Sergio Massa como ministro. A Guerra le abrieron una causa por patear el auto del funcionario. “No los vamos a dejar en paz y van a tener miedo de caminar en la calle”, dijeron después. El 7 fueron al canal América para quejarse por la supuesta censura a Viviana Canosa. El 12 fueron al Ministerio de Economía y al Banco Central a vaciar paquetes de polenta. El 18 protagonizaron otra marcha de antorchas más violenta, donde también se sumó Brenda Uliarte.
* Hicieron varios “vivos” en “Twitter Spaces”. Por lo general moderaba Morel, administraba Basile y participaban otros miembros. El 19 el título era “No llegan a diciembre”. Ahí planearon un quema de gomas frente al Ministerio de Ambiente e insultaron al periodista Víctor Hugo Morales. Ahí se habló también de poner una bomba en la Rosada. El 22, a raíz del alegato del fiscal Diego Luciani, que pidió 12 años de cárcel para CFK en el juicio Vialidad, hicieron una transmisión llamada “12 años e inhabilitación perpetua”. Morel llamó ahí a cambiar “el enfoque pacifista”. El 23 hicieron un movilización contra quienes respaldaban a la vicepresidenta y llevaron bombas molotov. Ese día plantearon otro “vivo”: “Y si nos volvemos montoneros?”. Ese día Morel dijo que quería a los “milicos” y que “tengan miedo de ser K”. Morel propuso “entonces matémoslos”.
El 25 de agosto fue el vivo que denunció la Agencia Federal de Inteligencia titulado “Hay que pudrirla?”. Pollicita lo pone como ejemplo central, “siete días antes de la tentativa de homicidio”. Allí Morel habló de infiltrarse frente a la casa de CFK: “Si a mí no me conocieran los nenes de La Cámpora, yo voy y te canto ahí la marcha peronista 7 días seguidos y en cuanto puedo pasa a la historia, después me linchan, pero paso a la historia”. Allí también le preguntó a Franco Castelli —soldado luego separado de la función— por qué no mataba a Máximo Kirchner si vivía cerca. También expresaron amenazas al Presidente. En otra reunión virtual, el 27 de agosto, titulada “Amor en Recoleta” Morel propuso “matarlos” a los manifestantes que apoyaban a CFK en Recoleta. Un participante dijo que reemplazaría el agua que la policía arrojaba a la gente “por nafta”.
Por último, el fiscal llama la atención sobre la presencia, el 28 de agosto, de Sosa y Guerra en “la casa de Ximena de Tezanos Pinto, quien resulta ser vecina de la vicepresidenta” y que ambos publicaron “imágenes alusivas a la ocasión desde el balcón”. Guerra escribió: “Pensar que debajo de mis pies está la mafiosa más grande de la nación Argentina #VanACorrer…”. “Cuatro días después —redondea el fiscal la línea de tiempo—, el 1° de septiembre pasado, la progresión cronológica de comportamientos violentos direccionados principalmente, aunque no únicamente, contra la actual gestión al mando del Poder Ejecutivo Nacional, se multiplicó exponencialmente en la ya conocida por todos, tentativa de homicidio” y “no se descarta aún la vinculación del grupo aquí investigado con aquel suceso”.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/491407-revolucion-federal-los-que-allanaron-el-camino-hacia-el-aten