La canasta básica de alimentos que releva la asociación Consumidores Libres arrojó un aumento del 4,23 por ciento en abril y acumula una suba de 17,7 por ciento desde comienzos de año. El mayor aumento lo registró un producto estacional como la naranja, que trepó 14,8 por ciento. Los otros bienes que lideraron las subas fueron los principales cortes de carne vacuna junto al pollo, azúcar y aceite. La disparada no fue mayor por la baja estacional que registraron la acelga, el tomate y el zapallo, lo que demuestra que la inflación aún está lejos de haber sido controlada.
A nivel interanual, el Indec registra una suba de precios en alimentos y bebidas del 64 por ciento. Ese número supera por 30 puntos porcentuales al incremento promedio del índice oficial de salarios. La brecha permite comprender el sensible aumento de la pobreza y de la indigencia y el desplome de todos los indicadores de consumo interno, con el consiguiente impacto en la producción, el empleo y la rentabilidad empresaria.
Las consultoras adelantaron que en abril la suba promedio de precios estará en torno al 4 por ciento. En tanto, junto a las naftas en mayo se anotó la suba de las cuotas de los colegios privados en la provincia de Buenos Aires, que va del 8 hasta el 18 por ciento. El incremento es retroactivo a marzo, por lo cual las boletas correspondientes a marzo y abril se cobrarán de manera prorrateada en el resto del año.
Como viene pasando desde hace meses, el rubro de alimentos y bebidas tracciona al alza el índice inflacionario. Uno de los factores determinantes para explicar ese comportamiento es la devaluación del peso, que eleva el precio interno de materias primas alimenticias con salida exportable, como el trigo, el maíz y la leche, junto al impacto en otros insumos de uso difundido en la industria alimenticia. Por otro lado, el precio del gas afecta a la ecuación de costos de las industrias, así como también el combustible eleva los costos logísticos. Frente al descalabro de los precios de los bienes indispensables, el Gobierno reculó en su idea de no intervención sobre el mercado (que defendió hasta el día anterior al anuncio) y lanzó Precios Esenciales, en el marco de Precios Cuidados.
Consumidores Libres midió en abril un aumento del 4,23 por ciento de su canasta de alimentos y bebidas. De los 38 productos monitoreados en supermercados y negocios minoristas de la Ciudad de Buenos Aires, 29 subieron y 8 bajaron de precio. Los principales cortes de carne vacuna continuaron trepando. El kilo de asado subió 11,4 por ciento y en lo que va del año un 32 por ciento; la bola de lomo aumentó 8,4 en abril y 30,4 por ciento en cuatro meses, mientras que la picada común se incrementó 7,7 por ciento en el mes y acumula 37,3 por ciento. En tanto, el pollo subió 9,6 por ciento en abril y quedó tercero en el ranking detrás de la naranja y el asado. En el año, el pollo muestra un aumento del 37,7, sólo superado por el tomate perita, que acumula un alza del 49,2 por ciento en cuatro meses. En abril también se encarecieron otros productos básicos como el azúcar, el aceite y la manteca, con 8,4, 7,2 y 7,1 por ciento, respectivamente.
Para el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO), la inflación de abril en supermercados estuvo en el 3 por ciento, por debajo de la esperada por el mercado. Sin embargo, alimentos y bebidas estuvo por encima de ese promedio, con el 3,53 para alimentos frescos y 3,6 en alimentos secos. El dato del Indec se conocerá públicamente el próximo miércoles 15.
Según la medición oficial, los salarios mostraron en febrero una suba del 2,7 por ciento, acumulan en dos meses un alza del 5,8 por ciento y en la comparación interanual muestran una suba del 34,6 por ciento, unos 20 puntos por debajo de la inflación general.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/191296-para-quedarse-con-la-boca-abierta