Para Cristina Caamaño, la titular de la AFI, la identificación facial en CABA “es espionaje, es delictiva” | “Los afectados deberían denunciar”

“Los sótanos de la democracia dejaron de existir en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), que es donde el Presidente intervino, pero todos sabemos que en el gobierno de la Ciudad el Presidente no se puede meter“, dijo la interventora del organismo, Cristina Caamaño, al evaluar que el envío de millones de datos biométricos al Ministerio de Seguridad porteño y el Centro de Monitoreo Urbano “es espionaje” y “es algo delictivo”. “Es más, los que se saben espiados deberían denunciar”, enfatizó. 

Caamaño explicó que “más allá de los errores (del sistema de identificación facial de prófugos) y de los falsos positivos que incluso terminaron en detenciones de personas que no estaban siendo buscadas por la justicia, que no eran prófugos y que han estado detenidas sin saber por qué, el sistema biométrico le sirvió a la Ciudad de Buenos Aires para pedir datos de distintas personalidades políticas, incluso de su propio partido, como Elisa Carrió, pero también de otros como (la exprocuradora) Alejandra Gils Carbó, el exjuez Raúl Zaffaroni, del presidente Alberto Fernández, de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner”. 

El espionaje, marca registrada del macrismo

“Ellos –sostuvo en alusión al macrismo y ahora a la gestión de Horacio Rodríguez Larreta– consideran al espionaje, al tener datos, como parte del poder. Saben con quién te reunís, adonde vas, con quién estás. Por eso han hecho lo que hicieron en la AFI, donde mandaban policías de la Ciudad en Comisión, y ahora salta esto en la Ciudad de Buenos Aires”, dijo la funcionaria a la AM990. 

“Ellos hicieron un convenio durante el Gobierno de Macri con el Renaper donde le podían pedir datos en caso de los prófugos, que según ellos son 40.000, que parece demasiado, pero supongamos que es así, igual pidieron datos sobre casi 10 millones de personas. Acá hay que hacer docencia para que todos se sientan preocupados: no es que solo seguían a los políticos, salen los nombres conocidos, pero han seguido a 10 millones de personas”, sostuvo Caamaño. 

Al sugerir que quienes se saben espiados denuncien precisó: “Lo que se denuncia es que hubo espionaje hacia su persona. Podrían incluso hacerlo en la misma causa de Gallardo o pensar en una acción colectiva”, agregó.