“La grieta se murió y empieza una nueva etapa el 10 de diciembre con mi gobierno”, dijo el candidato a presidente de Unión por la Patria Sergio Massa, quien se consagró como ganador de las elecciones de este domingo y enfrentará en el balotaje a Javier Milei. Massa, con un 36,67 por ciento de los votos fue el candidato más votado y desplazó a Milei, que había quedado en primer lugar en las PASO. Esta vez el referente de ultraderecha quedó en segundo puesto con más de seis puntos menos que Massa. El libertario mantuvo el porcentaje que consiguió en la PASO: un 30 por ciento, mientras que el espacio de Massa logró subir casi diez puntos en poco más de dos meses. La próxima parada será el balotaje: Massa y Milei se enfrentarán en las urnas el 19 de noviembre para ver quién es el próximo presidente de la Argentina. En tercer puesto, con el 23,83 por ciento de los votos, quedó la candidata de JxC, Patricia Bullrich.
Para obtener esos resultados a nivel nacional, fue clave para el peronismo el triunfo de Axel Kicillof en provincia de Buenos Aires. El gobernador fue reelecto con cerca del 45 por ciento de los votos frente a 26,60 que sacó Néstor Grindetti de JxC y 24,62 de la Libertad Avanza, con Carolina Píparo. En CABA al cierre de esta edición todavía había posibilidades de que Leandro Santoro de UxP vaya al balotaje con Jorge Macri de JxC. “Esto es por etapas. Hoy había que entrar en el balotaje y ganar en provincia de Buenos Aires. Etapa cumplida. Ahora arrancamos a caminar estos días con mucha humildad y devolviendo el voto de confianza con laburo, decisiones concretas y medidas claras”, expresaban desde el círculo íntimo de Massa terminada la noche, cuando los trabajadores desmontaban el escenario y se apagaban las luces. “Desde mañana todos temprano volvemos a salir con todo a la cancha a buscar voto por voto”, aseguraban con cansancio, pero con una sonrisa.
Luego de que todos los candidatos perdedores dieron sus discursos, Massa decidió subir al escenario del complejo Cultural C. Lo hizo solo y cuando se paró en el estrado, con las dos manos en el corazón, los militantes le cantaban: “Sergio, querido, el pueblo está contigo”, y después: “ponga huevo/ Sergio ponga huevo/ que cueste lo que cueste/ en noviembre tenemos que ganar”.
“Sé que muchos de los que nos votaron son los que más están sufriendo. No les voy a fallar como presidente”, expresó y agregó que también quería hablarle a los que votaron en blanco, “a los que se quedaron en su casa; los que la eligieron a Myriam y a Juan”. En esta elección creció la participación. En la PASO fue del 69 por ciento y esta vez de 77,65. Massa agregó que también quería hablarle “a los miles y miles de radicales que comparten con nosotros valores democráticos”; y “a los que quieren un país con certezas”. “Voy a hacer el mayor de los esfuerzos en los 30 días para ganarme su confianza”, les prometió.
Expresó que su compromiso es “construir una Argentina con más orden, más seguridad y no improvisación”, y repitió que va a convocar a un gobierno de unidad nacional “construido en la base de convocar a los mejores. No sobre la base de acuerdos partidocráticos”. Remarcó que va a trabajar por un país “con más federalismo y más coparticipación”, y que genere “más inclusión sobre la base de la construcción de un país que aumente sus exportaciones con valor agregado”.
Frente a los discursos violentos de sus contrincantes, Massa llamó a “poner punto final a la idea de la destrucción del otro”, y a la idea “del amigo-enemigo”. “Estoy convencido de que éste no es un país de mierda”, indicó y el público estalló en aplausos. Las relaciones internacionales tuvieron un apartado especial. Massa contó que durante todo el día recibió llamados de presidentes y dirigentes de otros países que miraron con atención la jornada electoral y dijo: “ellos saben que nosotros queremos una Argentina integrada, que creemos en el multilateralismo, que somos garantes de estabilidad y seguridad y que somos garantía de seriedad”.
Por último, Massa pidió que suba al escenario su familia y también su compañero Agustín Rossi con su esposa e hijos. Aseguró que va a ser “el presidente del trabajo y la seguridad”, y arengó: “Quedan 30 días. El 19 de noviembre tenemos que definir si construimos un país que abrace a todos o un país del sálvese quien pueda”. Una vez que el candidato terminó, salió para hablar con la militancia. Por último, subió al segundo piso del Complejo Cultural C, donde estuvo antes y después con el ministro del Interior y senador electo, Eduardo Wado de Pedro, con el líder de La Cámpora y diputado electo Máximo Kirchner, y otros dirigentes de su entorno. Cuando los militantes empezaban a desalojar el Complejo Cultural, se cortó la luz, pero eso no hizo que dejen de cantar la marcha peronista y el jingle: “A votar a Sergio que la dimos vuelta”. Todo era entusiasmo.
La jornada en el bunker
Desde temprano el clima en el bunker de UP fue de optimismo. Los organizadores montaron por la mañana un escenario en la calle y alrededor del mismo se empezó a juntar la militancia desde las cuatro de la tarde, que de a poco llegaba con los bombos y banderas. Pasadas las nueve, cuando se conocieron los primeros resultados, los manifestantes se multiplicaron de a cientos. Dentro del Cultural C, cerca de las ocho de la noche, ya habían empezado a llegar datos de provincias en las que al peronismo le había ido mal en las PASO y en las que mejoró los números. Se enumeraba La Pampa, La Rioja, Chaco. Luego se conoció que UxP había ganado en 13 provincias, mientras que en la PASO solo había ganado en cinco. Recuperó La Rioja, Tucumán, Tierra del Fuego, Santa Cruz, Río Negro, La Pampa, Entre Ríos, Corrientes. Se sumaron a aquellas en las que ya había triunfado: Buenos Aires, Chaco, Formosa, Santiago del Estero y Catamarca.
Por la tarde también se comenzó a dar por descontado que Massa era el primero y que la pelea, en todo caso, iba a ser por el segundo puesto entre Milei y Bullrich. Los datos que ellos manejaban indicaban que el competidor iba a ser Milei, algo que ocurrió. “Si eso pasa Juntos colapsa”, decían. Luego se anticipaban: “el tema es la diferencia con el segundo de cara al balotaje, donde el 50 por ciento va a votar con segunda o tercera preferencia”. La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner votó en Río Gallegos y se quedó allí. Por eso no estuvo en el bunker. Tampoco estuvo el presidente, Alberto Fernández. Ambos hablaron con Massa por mensaje. Él llegó al bunker pasadas las siete de la tarde.
Cerca del candidato expresaron que a Massa le interesa destacar una serie de puntos: que va a trabajar por el fin de la grieta; también por un gobierno de unidad nacional; que se abre “un tiempo nuevo en el que habrá que construir y no destruir, acordar y sumar”. Además, aclaran que Massa “va a hacer las cosas de otra manera, distinta a lo que venía haciendo el gobierno actual”; que va “a representar a los que no lo votaron y hacer las reformas necesarias”.
Sobre la próxima etapa que comienza desde ahora hasta el 19 de noviembre aseguran que “hay que ir a buscar el discurso del orden”, y “trabajar sobre la idea de enfrentar al fascismo”. “Bullrich estuvo dura con nosotros en su discurso, pero es lógico porque hizo toda la campaña diciendo que nos iba a exterminar, sin embargo hay que ver qué pasa con sus votantes”, dicen. Sobre los sectores a los que irán a buscar añaden que: “No hay sectores que se expresen en un tweet. Los votos no están en ninguna encuesta o focus, están en la calle. Son vecinos nuestros que tienen preocupaciones”, remarcan y al igual que aclaró Massa sobre el escenario dicen que “antes de los dirigentes está la gente”.
Las palabras del gobernador
Kicillof fue el primero en subir al escenario. Rodeado de dirigentes bonaerenses expresó: “quiero dejar en claro que esta democracia se basa en la profunda memoria de una noche genocida y que este voto significa: ‘Dictadura nunca más´”. Agradeció a los intendentes, al sindicalismo, y también CFK. Abajo, efusivos, le cantaban: “Axel, querido, el pueblo está contigo”.
El gobernador dijo que “la enorme mayoría sabe que hay problemas, pero que se resuelven con más Estado y solidaridad”, y agregó: “En PBA hoy hemos tenido un triunfo por 20 puntos. Para muchos inesperado. Vamos a dejar aquí sentado que ni Buenos Aires, ni ninguna otra provincia se salva sola”. Añadió que “la dignidad no es un negocio”, “que los derechos no dependen de la ganancia”, y que “la libertad solo se alcanza cuándo hay igualdad de oportunidades”.
Para finalizar, arengó: “necesitamos que lo que dicen las urnas valga más que lo que reclama y exige el FMI”, y que “la provincia no se salva sola. Por eso necesitamos que el próximo presidente sea Sergio Massa”.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/603304-no-les-voy-a-fallar-como-presidente
