Mauricio Macri anunció que no será candidato. Técnicamente, nunca se había subido a una candidatura, pero el ex mandatario mantenía el suspenso sobre qué haría este año. Finalmente, grabó un video de seis minutos para hacer su propio renunciamiento histórico. En verdad, las encuestas lo daban perdiendo y nunca tuvo posibilidad de competir. Pero el exPresidente buscó presentar su decisión como un gesto magnánimo y el resto de sus adversarios internos festejaron para adentro mientras para afuera destacaban su altruismo y desinterés. Todo fachada. En los hechos, descartado Macri, recrudecerá la interna entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, con María Eugenia Vidal intentando terciar. Los radicales también festejaron y ahora esperan también que se calle y no complique la campaña. Cosa que Macri no hará: el ex presidente buscará seguir tallando en todas las decisiones, incluida la sucesión porteña donde intenta que en los próximos días quede como único candidato del PRO Jorge Macri. En el oficialismo, la decisión tuvo su impacto y todos los sectores plantearon que el otro debería tomarlo como ejemplo.
Hace tiempo que Macri venía esperando que las encuestas se revirtieran para ver si era posible lanzar su candidatura. Por eso, se seguía moviendo como un candidato aunque no lo fuera. Lo cierto es que fue como esperar a Godot. No había un escenario donde la imagen negativa no le pesara en una contienda y sus oponentes internos lo sabían. Por eso, la mayoría de los opositores descartaban que fuera candidato. Además, como publicó este diario, se fueron acumulando señales en este sentido: su círculo más cercano, en lugar de trabajar en su candidatura, ya estaba trabajando para otras precandidatas del PRO, dirigentes cercanos como Néstor Grindetti ya habían anunciado su adhesión a otra candidata.
Lo cierto es que la decisión de Macri reacomoda varios tableros a la vez: en Juntos por el Cambio, le da certeza a dos de las candidatas del PRO (Bullrich y Vidal) que no tendrán que bajar sus candidaturas y le da claridad a los radicales sobre cuál es el adversario a vencer en las PASO. En el Frente de Todos, también tuvo impacto: en el albertismo ya sugirieron que Cristina Fernández de Kirchner debería seguir el mismo camino que Macri, mientras que en el kirchnerismo opinaron… que Alberto Fernández podría imitarlo.
El mensaje
No está claro si fue adrede o no, pero el mensaje de Macri pareció imitar al de CFK en 2019, cuando anunció que deponía su candidatura y que iba a secundar a Alberto Fernández. En este caso, no obstante, solo llegó el renunciamiento, sin apoyo explícito a ninguno de los dirigentes del PRO. “Quiero ratificar la decisión de que no seré candidato en la próxima elección. Lo hago convencido de que hay que agrandar el espacio político del cambio. Voy a seguir defendiendo la libertad”, sostuvo Macri, quien luego le asestó un dardo al actual mandatario: “Nunca más vamos a tener una marioneta como presidente”.
Según dicen en su entorno, Macri quiso decir con esto que no va a ejercer presiones ni condicionar al próximo gobierno “como lo hizo CFK con el actual”. No es seguro que esto se condiga con la voluntad que sigue mostrando el exPresidente para tallar en cada decisión, hasta en una interna en Salta.
“Este tiempo oscuro ya empezó a terminarse. Lo siento en el corazón. Sé que millones de personas tienen el deseo de que volvamos a trabajar juntos. Una dirección que se interrumpió tristemente en 2019″, volvió sobre su herida no resuelta de haber perdido en las PASO de 2019. Incluso, mencionó las marchas del “Sí, se puede”. Pochoclo para el ego.
Macri se despachó contra los líderes mesiánicos e incluso ensayó una comparación con el Mundial: “No ganó el líder, ganó el equipo”. “Me escucharon mil veces hablar del valor de la competencia”, dijo sobre las PASO. Y hubo un mensaje que pareció destinado a evitar la fuga de votos a Javier Milei: “En situaciones difíciles en seguida salimos a buscar una personalidad mesiánica, que nos de seguridad”.
Esa fuga es una de las que más preocupaba a los dirigentes de Juntos por el Cambio, y por la que Macri venía teniendo una presión creciente para definir de una vez su candidatura. Lo hizo, incluso, antes de lo que él pretendía: Macri tenía pensando estirar la decisión hasta abril o mayo. En la aceleración del momento del anuncio, según cuentan en el PRO, pesó un argumento: con la economía en llamas y un Gobierno que se muestra desordenado, era conveniente que la oposición comience a mostrar certezas. La parte que prefieren obviar: ni este mes, ni en abril ni en mayo las encuestas iban a cambiar para Macri. Perdía en todos los casos.
La interna porteña
Macri depuso su candidatura, pero esto no significa que se vaya a jubilar. De hecho, seguirá intentando influir en cada decisión (si lo dejan), comenzando por la sucesión de Larreta. El ex presidente tuvo una reunión el viernes pasado con el jefe de Gobierno, donde ambos quedaron en que hay que llegar a las PASO porteñas con un candidato único del PRO. Macri intenta que ese candidato sea, sí o sí, Jorge Macri, que fue uno de los que destacó el renunciamiento del exPresidente.
Para el sector de Jorge Macri, el proceso por el que él quedará como candidato único es cuestión de días, a lo sumo de una o dos semanas hasta que se bajen tanto Soledad Acuña como Quirós. En cambio, Larreta piensa en esperar más tiempo: le dijo a Macri que no había apuro para tomar la decisión, que habrá que ver encuestas hacia mayo para ver quién mide mejor. Si se utilizara ese método hoy (el mismo que usaron en Córdoba), todo indica que Jorge Macri se quedaría con el puesto de ser quien competirá en las PASO contra Martín Lousteau.
Además, Macri por supuesto que seguirá tallando en la interna presidencial, donde ya mostró su voluntad de apuntalar a Patricia Bullrich o a María Eugenia Vidal. Claro que su decisión de bajarse no impacta igual en cada candidato.
Cómo queda Larreta
El jefe de Gobierno será, quizás, quien menos sentirá el impacto de la caída de Macri. Su equipo venía viendo que el exPresidente no iba a postularse, pero igual trabajaban con la hipótesis de tener que enfrentarlo. Larreta ya había dejado en claro que no iba a bajarse en ninguna oportunidad. “Macri toma una decisión que deja en claro su enorme visión, su generosidad, valentía y amor por los argentinos”, festejó Larreta la renuncia de Macri. Aclaró que se había enterado de la decisión “como todos”.
Según cuentan en su entorno, en el encuentro que tuvieron Macri y Larreta el viernes en el Tenis Club Argentino no se habló de la (no) candidatura de Macri y por lo tanto, tuvo cero influencia en la decisión del exPresidente. Lo que Larreta busca ahora es que Macri no apoye explícitamente a sus contrincantes. Y no mucho más.
Cómo queda Bullrich
Está claro que la presidenta del PRO es la que más esperaba esta definición: una candidatura de Macri hubiera destruido sus posibilidades. De la misma forma, puede ser la más beneficiada: en su comando de campaña tienen medido que “ocho de cada diez votos de Macri van a ella”. Habrá que ver si eso se traslada en futuras encuestas a su intención de voto. La otra posibilidad es que esos votos ya estuvieran con ella y varíe el escenario poco y nada.
El alineamiento Macri-Bullrich se pudo ver en la precisión milimétrica con la que ella publicó su tweet a continuación del de Macri, lo que da la impresión de que algo ya sabía. “La histórica decisión de Mauricio Macri confirma su grandeza y generosidad”, aseguró Bullrich, mientras en su entorno descorchaban champagne.
El mismo domingo del renunciamiento Bullrich se encontró con Macri en una cena de la Fundación Libertad de Rosario que reunió a grandes figuras del neoliberalismo: el ex presidente chileno Sebastián Piñera; el ex mandatario boliviano Jorge “Tuto” Quiroga y el ex presidente mexicano Felipe Calderón.
Cómo queda Vidal
La gran duda ahora es: ¿Macri apuntalará más a Bullrich o a Vidal? Porque si se presentan las dos, está claro que dividirán el voto y beneficiará a Larreta. Allí recrudecerá la competencia interna: Bullrich capitaliza que viene adelante en las encuestas, mientras que Vidal no dejó de señalarle a Macri en el encuentro que tuvieron el miércoles pasado que ella la está alcanzando en los sondeos.
Macri volvió a ver a Vidal en su casamiento del sábado, donde no le adelantó a nadie lo que pensaba hacer el domingo. “No puedo estar más orgullosa de hacer equipo con líderes que dejan de lado la especulación y siempre ponen a los argentinos primero”, escribió Vidal apenas se enteró. El PRO también tuvo su comunicado autocelebratorio: “¡Gracias Mauricio! Ser parte de un espacio es saber jugar en equipo y dar lugar a nuevas voces. Esta decisión nos honra y nos representa”.
Y los radicales
A la larga lista de los que tiraron confetti hacia el techo se sumó Gerardo Morales, que veía en el exPresidente su competidor este año. Su saludo fue escueto y sin tantos adjetivos.
Morales, no obstante, sospecha que Macri está detrás de la obstinación de Facundo Manes en no bajar su candidatura y dividir el voto radical en las PASO. Manes, que tuvo encuentros tanto con Macri como con Bullrich, consideró que el gesto de Macri “despeja incertidumbres”. Lo mismo opinó el senador Martín Lousteau.
Elisa Carrió no dijo nada públicamente, pero a los propios les dejó en claro que era obvio que Macri se iba a bajar, porque si no perdía. Y remarcó que el verdadero motivo fueron las encuestas.
Cada uno con un motivo diferente, no obstante, festejaron la renuncia de Macri. De hecho, hace bastante que no se veía a todo Juntos por el Cambio festejar algo a la vez un domingo. Macri lo hizo.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/535205-macri-que-huye-sirve-para-otra-batalla