Cuando empezó el segundo mandato presidencial de Carlos Menem el vice, Carlos Ruckauf, aprovechaba los viajes del primer mandatario para instalarse en su despacho. El presidencial, se entiende. Concedía reportajes y charlas off the record allí y, chimentaban lenguaraces de Palacio, hasta dormía la siesta en un pequeño cuarto reservado a Menem. Este le cortó el hábito con presteza y un poco de estrépito. “Rucucu” también usufructuó su cargo y residencia cuando Eduardo Duhalde lanzó la campaña presidencial, en 1999. Mientras el candidato congregaba una multitud en Plaza de Mayo, el vice –que sería candidato a gobernador bonaerense– se permitió saludar desde arriba: en un balcón de la Casa Rosada. Los episodios, inolvidables y ya olvidados, ayudan a resaltar por contraste la contención de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner durante la primera salida al exterior del presidente Alberto Fernández. Sostuvo el perfil bajo que practica desde hace meses y que subleva a formadores de opinión que porfían en relatos tales como el doble comando, Chasman y Chirolita, Albertítere y otros prodigios imaginativos sin arraigo fáctico.
Desde luego, la coyuntura es densa, sobredeterminada por las renegociaciones de deuda externa y datos locales. El Gobierno trata de compatibilizar heterodoxia y ortodoxia en su primer paquete de medidas económicas. Al mismo tiempo, cumplir con promesas de campaña y mantener el amplio piso de derechos sociales y laborales establecidos o fortificados entre 2003 y 2015. Esas normas y leyes impiden, en buena hora, el ajustazo que denuncia la oposición devenida populista y complejizan la labor.
Las convenciones colectivas de trabajo arrancan en un contexto de carencias. Los Secretarios Generales pueden simpatizar con el oficialismo. Al mismo tiempo representan a sus bases, no pueden dejarlas indemnes tras un año de inflación colosal y varios de pérdidas de puestos de trabajo. Ni siquiera en una mesa de arena se puede dibujar un aumento promedio que satisfaga todos los requerimientos.
El grueso de las convenciones colectivas amanece a partir del otoño pero varias terminan su vigencia antes. Los primeros acuerdos, opina este cronista, son pocos para hacer tendencia aunque interesantes como señales.
La Bancaria, una rama de actividad que prospera desde hace un buen rato y tiene al frente a Sergio Palazzo, un líder combativo y racional a la vez, acordó un aumento transitorio de suma fija. Elevado si se compara con compañeros de otros gremios, congruente con lo que sabe conseguir.
Comercio, que cuenta con más afiliados que reciben salarios más bajos y es menos poderoso, aceptó un plus similar en el método y más modesto en los bolsillos.
Sin entrar al detalle de los incrementos, que deben estudiarse con cuidado porque cada Convenio es un mundo propio, las primeras señales no resignan derechos ni hacen saltar la térmica.
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Cumplir vale pero cuesta: El oficialismo honró una promesa de campaña que le traerá dolores de cabeza. El ministro de Educación, Nicolás Trotta, restauró mediante decreto la Paritaria Nacional Docente (PND), clásica reivindicación de los gremios abolida de facto por el ex presidente Mauricio Macri. La PND determina un piso anual para el primer salario docente. Las provincias no pueden reducirlo aunque sí mejorarlo. La doble ronda paritaria es un quebradero de cabeza y un ejercicio fatigante, sobre todo en los años de recesión o crisis heredada. Es el ejercicio es una defensa de los intereses de los trabajadores de la educación.
El primer objetivo es establecer un salario mínimo inicial para los trabajadores de todas las provincias a las que el menemismo les tiró por la cabeza la función educativa sin transferirle recursos para bancarla. Los cinco agrupamientos sindicales docentes nacionales recibieron con satisfacción la rehabilitación de la PND. Están conformes con el criterio de fijar el mes de noviembre como fecha de iniciación de las tratativas, con margen para discurrir. Claro que la novedad no será aplicable para 2020 que ya está jugado. Las cúpulas gremiales valoran positivamente que se aborden condiciones generales de trabajo, capacitaciones entre ellas sin ceñirse solo a lo salarial.
El gobernador de Buenos Aires Axel Kicillof promueve obras de infraestructura en un millar de escuelas, atendiendo a otra demanda constante de los docentes.
Tales consensos iniciáticos no saldan la fijación de los salarios. Hasta acá hubo charlas informales de gremialistas con Trotta, con el Jefe de Gabinete Santiago Cafiero y con la vicejefa de Gabinete Cecilia Todesca. En sondeos preliminares surgen criterios diferentes: el gobierno promueve un aumento de suma fija, coherente con el parámetro que aplicó a jubilaciones y empleados públicos. Del otro lado de la potencial mesa bregan para que se eleve el Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid), refuerzo de orden nacional que mejora las retribuciones que, en su parte del león, erogan las provincias. Suma fija, con mayor impacto relativo en la base de la pirámide salarial. También instan para que se suba (o que se resucite porque el macrismo lo sepultó) el Fondo compensador con que la Nación subsidia a las provincias más apremiadas. Ambos aportes son inversión social que la Casa Rosada no rehúsa pero sí anhela dosificar.
De aprontes hablamos, tal vez la primera reunión formal se celebre antes de fin de mes, acaso el jueves que viene.
Conseguir un cierre con acuerdo, arrancando el año lectivo en fecha y sin huelgas sería un golazo compartido. La escuela, entre otras virtudes, ordena la vida cotidiana de las familias que precisan que pibas y pibes asistan a clases. Las frustraciones, tan frecuentes, damnifican a las administraciones nacionales y provinciales amén de poner en un brete a los docentes frente a la opinión pública.
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Sintonía fina: Los grandes trazos de la incipiente política económica necesitan retoques de sintonía fina. Las reglas híper generales desatienden situaciones diferenciables que merecen abordajes específicos.
El cepo cambiario ordena el mercado financiero pero su vigencia expandida causa injusticias subsanables. Permitir a los adquirentes de vivienda única comprar hasta 100.000 dólares sin pagar el impuesto del 30 por ciento atiende a necesidades de ciudadanos de clase media y da oxígeno al mercado inmobiliario, en emergencia como casi todo.
Más polémicas desatarán los esfuerzos del gobierno para seducir a inversores en Vaca Muerta habilitando algún sistema que le permita sacar dólares de la Argentina, por más salvaguardas que se establezcan.
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El manejo del VAR: La renegociación de la deuda es la clave de este semestre y del futuro del país. Los acreedores de la provincia de Buenos Aires confiaban en cobrar el título BP21, conforme anticipaba con improbable buena fe algún medio dominante. A partir de ahí, en forma veloz y secuencial:
*El ministro Martín Guzmán hizo saber que la Nación no auxiliaría a la Provincia para pagar el BP21.
*Kicillof le propuso a los acreedores una postergación de los pagos hasta mayo, aclarando que en ningún caso los cubrirá ahora.
*Guzmán dio una conferencia de prensa anunciando que Nación y Buenos aires actúan coordinadamente y el envío al Congreso del proyecto de ley de Restauración de Sostenibilidad de la deuda (ley de Sostenibilidad en adelante).
Emisores creíbles de La Plata y la Casa Rosada ratifican que la sincronización existe. No hay elementos para ponerlo en duda. Sí vale señalar que pudo-debió comunicarse de modo más claro. Por ejemplo, con presentaciones o comunicados conjuntos. Los funcionarios tienen que enfrentar la asimetría de este tipo de tratativas que se acentúa porque pesa sobre el Estado la carga de informar al público algo que sería funcional obviar en medio de regateos. República mata táctica de negociación, pongalé. La contraparte cuenta con el auxilio de la oscuridad: ni siquiera se conoce cabalmente a cuántos acreedores representa cada reclamante. La clandestinidad, sumada a la capacidad de lobby, ahonda la disparidad de fuerzas.
Oscuridad Ni siquiera se conoce a cuántos acreedores representa cada reclamante. La clandestinidad, sumada a la capacidad de lobby, ahonda la disparidad de fuerzas.
Como saldo de idas y venidas, Kicillof prorrogó el vencimiento hasta el 5 de febrero en procura de un acuerdo pero dejando sentado que no cancelará los créditos.
El gobernador comparó el juego con partidas simultáneas de ajedrez. Uno piensa en un partido de fútbol con el rival manejando el VAR. Los bonistas analizan, por interpósitas personas o lobbies, el desempeño del gobierno. El valor de los bonos fluctúa al vaivén de sus expectativas.
El proyecto remitido por Guzmán al Congreso es conciso, cuenta con nueve artículos incluyendo los de forma. El Ejecutivo había cabildeado sobre otro texto más frondoso, barroco. Se privilegió la síntesis. En sentido formal el proyecto redunda: el Ejecutivo propone legislar sobre facultades concedidas por la mega ley Solidaria y de Emergencia. La finalidad es política: mostrar al Gobierno con apoyos amplios. También queda facultado para contratar “entidades financieras y/o asesores” una para que coopere con el Estado en las espinosas tratativas.
En algún momento, deberá especificarse con rigor técnico la oferta a los acreedores privados. Presentarse ante la SEC, el equivalente (salvando las diferencias de tamaño que sí importan) de la Comisión Nacional de Valores argentina. Pasar esas horcas caudinas es un desafío.
La ansiedad en las pulseadas remite al canje de deuda emprendido por el presidente Néstor Kirchner. Nada es idéntico: por entonces el default se había producido con daños terribles pero sin ser un riesgo adicional en la coyuntura. La dupla Kirchner- Roberto Lavagna consiguió un resultado exitoso… atravesó peripecias como las de estas semanas. En un instante crucial el Banco de Nueva York se desvinculó de la representación argentina. Las incertidumbres y las sospechas internas agitaron el ambiente. Todo se superó y, tal vez por eso, no se recuerda.
Peca de prematuro y de poco serio elucubrar sobre la destreza de los jugadores mientras se despliega el toma y el daca. Hay amagues, fintas, “cantos” mentirosos como en el truco.
De cualquier modo, la prórroga de los impagables servicios de las deudas externas (privadas y con el Fondo Monetario Internacional) es prerrequisito para relanzar la economía doméstica.
La cuarta presidencia de CFK comenzará cuando Alberto Fernández emprenda vuelo hacia la Santa Sede. Rumores no confirmados aseguran que Cristina tomaría posesión de la Casa Rosada y crearía el Ministerio de la Venganza. Pondría a su mando a une triunvirata (sic) de mujeres. A título de opinión este cronista supone que es una fake new, no la más desembozada ni la más dañina que circulan todos los días en la prensa hegemónica.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/243879-las-senales-del-gobierno-para-las-paritarias-y-la-negociacio