La historia del intendente que se vacunó con la foto de Putin

La historia del intendente que se vacunó con la foto de Putin

Si le dicen Juan Gasparini no responde. En Roque Pérez, el intendente sólo responde a su apodo, “Chinchu”, que le puso el carnicero cuando de chico era tan pobre que iba a buscar los descartes de carne que le regalaban. El carnicero le puso “Chinchu” porque era alto y flaco y sí, le regalaban chinchulines, pero curiosamente es lo único que hoy el intendente no come.

Este martes, el intendente de Roque Pérez (que no terminó la primaria, vivió en la calle y sufrió violencia familiar), decidió vacunarse con una foto en la mano muy particular: la del presidente de la Federación Rusa Vladimir Putin. “Le agradezco a Putin porque era el que muchos decían que iba a envenenar a la Argentina“, dijo a PáginaI12 el jefe comunal que este lunes reasumió el cargo. Estaba en uso de licencia por un problema de salud que lo tiene a mal traer y sobre el que no tiene diagnóstico preciso.

Chinchulín de Bachín

Gasparini vivió en la calle, sabe lo que es el hambre, padeció los latigazos de su abuelo, apenas terminó primer grado, “hombreó” bolsas, “cuereó” nutrias y vendió turrones en el cementerio. También levantó Quiniela. Más de una vez, fue preso por pelearse con la policía. Lo interesante de la vida de  “Chinchu” es que a pesar de su historia, o tal vez por ella, haya sido reelecto por tercera vez como intendente de Roque Pérez, localidad que vio nacer a Juan Domingo Perón, pero tiene una tradición más bien conservadora. “Soy un negro de abajo sin estudios que pudo hacer cosas para los que sufrieron lo que yo sufrí. Muchos me critican porque les doy laburo a los que nadie emplearía, pero sería un mal parido si no lo hiciera” dijo cuando PáginaI12  viajó a su ciudad natal, donde se hizo aquella entrevista. 

Después de la elección general del 27 de octubre, Roque Pérez, un distrito de 15 mil habitantes que vive del empleo público, la explotación de aves, vacas, cerdos y de algunas empresas aceiteras concentró la atención de varios medios nacionales que viajaron 135 kilómetros desde Buenos Aires para intentar saber por qué la elección había salido casi empatada. En el escrutinio definitivo se aclararon los tantos: el “Chinchu” Gasparini le ganó por 11 votos a su rival de Juntos por el Cambio, Juan María Cravero.

 Un ajustado margen que en el entorno del vencedor atribuyen a una campaña sucia que incluyó instalar la idea de que “Chinchu” se iba a morir porque estuvo mal de salud y a la polarización de la elección, que esta vez no tuvo una tercera opción para los roqueperenses. Lo cierto es que “Chinchu”, que alquila y dice que se divorció más de una vez por priorizar los problemas de la gente de su pueblo antes que los de su casa, volvió a ganar. “Más de una vez me pasó de pagarle la luz a un vecino y llegar a la mía y tenerla cortada”, dijo a este diario en un fragmento de la charla que eligió tener en la Casa de Infancia de Juan Perón, una de las atracciones turísticas de Roque Pérez.

Pero “Chinchu” no sólo está vivito y luchando, sino que decidió vacunarse en público con la foto del líder de cuyo país surgió la Sputnik V, la vacuna por la que Alberto Fernández llegó a ser denunciado por un presunto intento de “envenenar” a la población y que terminó siendo elogiada por la prestigiosa revista científica The Lancet.

En aquella entrevista con PáginaI12, el intendente, dueño de un particular sentido del humor había dicho que le había dejado precisas instrucciones al director del hospital del pueblo. “Lo único que quiero  –y aviso que no voy a dejar nada— es que me entierren debajo de un árbol porque no me gusta el sol. Que mi epitafio diga: “Acá está el Chinchu”. Y ya le pedí al director del hospital que no me deje morir con el pelo blanco. Porque confieso que me tiño el pelo”

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/327039-la-historia-del-intendente-que-se-vacuno-con-la-foto-de-puti

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