“Cuando el Gobierno se equivoca, es más fácil para la oposición unirse.” La reflexión viene de una de las principales figuras de Juntos por el Cambio. Y esa fuerza opositora parece haber encontrado la causa que, de momento, los une: Vicentin. Un espacio que venía tensionado por la búsqueda del ala dura que lidera Mauricio Macri de chocar en cada tema y la necesidad de otros sectores de no confrontar (al menos en este momento), se abroqueló para cuestionar la intervención de la cerealera. Esto unió tanto a la línea siempre confrontativa de Patricia Bullrich con el ala más “dialoguista” de Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal.
Los cacerolazos del miércoles por la noche y el banderazo en la localidad santafesina de Avellaneda vinieron a cimentar un reagrupamiento de Juntos por el Cambio que ya se había gestado en los días previos. El espacio venía con diferencias entre los distintos sectores, que comenzaron por el rol que debía ocupar (o no) Macri. Esos choques se acrecientan cuando el ex presidente sale a hablar (como cuando dijo que el populismo es peor que el coronavirus) y, de la misma forma, se calman con el silencio del ex mandatario. Más de un dirigente -entre ellos, Alfredo Cornejo- elogiaron al ex presidente básicamente por quedarse callado.
Pero hay una diferencia de base: los sectores vinculados a Larreta y a Vidal, junto con el jefe de bloque en Diputados, Cristian Ritondo, vienen sosteniendo que no es el momento de salir a confrontar con fuerza (salvo en temas puntuales), mientras que la línea dura que baja Macri y que ejecuta Bullrich junto a Miguel Angel Pichetto hace todo lo opuesto. Estas diferencias, acicateadas por la derrota de 2019, tuvieron como consencuencia que se discontinuaran las reuniones de la cúpula del PRO, que Macri pretendía seguir convocando como si fuera el único líder del espacio. Esos encuentros daban lugar a discusiones que se prefirieron evitar por el momento. El último encuentro fue el 12 de abril, hace más de dos meses.
No obstante, hay momentos en que el espacio opositor se encuentra con causas que los unifican nuevamente. Este fue el caso de la decisión de intervenir Vicentin. No hay prácticamente nadie en Juntos por el Cambio que acompañe la decisión del Gobierno nacional, lo que permitió unificar una posición y postergar las diferencias. “Lo de Vicentin tapó todo”, señalan en el Gobierno porteño. “El Gobierno nos hizo muy fácil oponernos, al meterse con un DNU en un proceso judicial. Lo de Vicentin nos une de entrada por las formas, más allá de la discusión sobre si estaba bien o no ingresar en la empresa”, señaló a este diario una figura de peso en el espacio.
Esto permitió que rápidamente salieran con un comunicado conjunto de repudio a la medida: la llamaron “ilegal e inconstitucional” en un texto extenso que fue firmado por Patricia Bullrich como presidenta del PRO, Cristian Ritondo y Humberto Schiavoni como jefes de bloque PRO en Diputados y Senado respectivamente; pero también le pusieron el gancho el titular de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro; los presidentes de los bloques radicales Mario Negri y Luis Naidenoff y hasta Juan Carlos Romero.
“Ya venían abroquelados desde unas semanas antes cuando empezó lo de la deuda macrista en la Bicameral y con los superpoderes. Ahora se pusieron todos espalda contra espalda para enfrentar al oficialismo con lo de Vicentin”, confirmaban en el radicalismo, donde ven que se va ordenando el rol opositor como era de esperarse: cuestionando las principales decisiones del Gobierno.
Un ejercicio sencillo para ver cómo cambió la dinámica del espacio en cuestión de dias es comparar las firmas que cosechó el comunicado de Juntos por el Cambio por Vicentin con respecto al comunicado que armó Bullrich para defender a Macri y explicar todo lo que hubiera hecho ante el coronavirus. Fue dos días antes del de Vicentin y se titula “Un ejercicio de historia contrafáctica”.
Si bien desde el larretismo advirtieron que no lo acompañaron más por las formas que por lo que decía (“se comunicaba mejor con un tweet que con todo ese texto”, indicó uno de los hombres de Larreta en el partido) lo cierto es que no lo firmaron ni siquiera todos los sectores del PRO. Mucho menos todo Juntos por el Cambio. Dos días después, estaban todos juntos defendiendo a Vicentin que, por otra parte, fue aportante de campaña de Macri con más de 27 millones de pesos y recibió generosos préstamos del Banco Nación durante la gestión de Javier González Fraga, hasta el último mes de gestión del ex presidente.
“El espacio opositor está bastante cohesionado y, con estas decisiones del Gobierno, la verdad es que cada día es más fácil. Va a ser más fácil incluso el año que viene”, indicó a este diario una de las personas que trabaja en el armado hacia el año que viene, no con la idea de que Macri sea la figura central, sino con el proyecto de que surjan múltiples liderazgos. Lo que en 2019 se llama “posmacrismo”. ¿Y después? “Después de las elecciones de medio término, quedará más claro quién liderará el espacio”, remarcó.
Mientras tanto, advierten los armadores de Juntos por el Cambio, las iniciativas del Gobierno que le permiten a los opositores cacerolear y gritar “¡Venezuela!” son como maná del cielo para un espacio que todavía no termina de cerrar las grietas que dejó la doble derrota en la provincia de Buenos Aires y en la Nación.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/272140-juntos-por-el-cambio-se-abroquela-en-defensa-de-vicentin