El gobierno envió al Congreso para su tratamiento la nueva fórmula de movilidad previsional. Para calcular los aumentos jubilatorios, la propuesta toma como variables la suba de los salarios y de la recaudación. Su antecedente inmediato es el coeficiente que estuvo vigente durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner a partir del año 2008. Esto significa que si la recaudación o los salarios, o ambos, le ganan a la inflación ello repercute en una mejora de los haberes previsionales.
La fórmula de movilidad jubilatoria que el gobierno propone es un instrumento más dentro de un modelo de crecimiento con inclusión, que tiene entre sus objetivos la suba de los salarios por encima de la inflación, la ampliación del consumo y del mercado interno y, como producto de ese proceso, el aumento de la recaudación impositiva. Si ello sucede, la consecuencia lógica de la aplicación de este índice es la mejora de los haberes previsionales.
Por eso, la fórmula de movilidad previsional no se puede pensar por fuera del modelo de país en el que se inscribe: el índice propuesto es consistente, como ya dijimos, con un proyecto que postula, como presupuestos básicos, aumentos reales de salarios e incremento de la actividad económica y, como consecuencia de ello, la suba de la recaudación impositiva.
Por el contrario, si la inflación le ganara a la recaudación y a los salarios, los haberes jubilatorios se deteriorarían. Pero, en ese caso, el problema no sería solo de las jubilaciones sino de la población en general.
El nuevo índice que se está proponiendo es mucho mejor que el que puso en práctica el gobierno de Juntos por el Cambio. ¿Por qué es positiva la relación de la fórmula con la variación del salario? Primero, porque éste se encuentra muy deprimido, producto de las políticas del gobierno anterior y de los efectos de la pandemia sanitaria; segundo, porque el actual gobierno propone una política de creciente recuperación económica.
Además, en el comunicado del Ministerio de Economía posterior a la reunión en la que el Ejecutivo y el oficialismo en el Congreso acordaron los lineamientos del proyecto, se afirma que “una fórmula que incorpora a los salarios, implica que el ingreso de los pasivos acompañe al de los activos. Por ese motivo, en el marco de la Comisión Bicameral mencionada (Comisión Bicameral Mixta de Movilidad Previsional), la posición de la mayor parte de los especialistas es que la evolución de los salarios debe ser parte de la fórmula de movilidad. Es importante notar que los fallos de la Corte Suprema respaldan esta posición”. Agrega que “incluir la recaudación en la fórmula permite compartir el crecimiento y, al mismo tiempo, cuidar la sustentabilidad fiscal”.
El nuevo índice está orientado a funcionar dentro de un plan como el que está propuesto en el Presupuesto 2021. En el mensaje de elevación del Proyecto al Congreso de la Nación se dice que “los objetivos centrales del gobierno nacional para el próximo ejercicio fiscal estarán concentrados en consolidar la protección social de los sectores más vulnerables de la sociedad argentina, impulsar una recuperación económica robusta en el marco de la emergencia sanitaria, económica y social y comenzar a construir un camino de desarrollo sustentable sobre la base de una estructura productiva que asegure una generación sostenida de empleo con derechos y contribuya al bienestar social de las y los habitantes de la Argentina”.
No pensamos en un país que va a ajustar ni que va a entrar en un proceso recesivo. Estamos pensando en un país donde la recuperación tenderá a fortalecerse (ya van varios meses de buenos datos sobre el crecimiento de la actividad productiva), mejorará el empleo, la combinación de crecimiento productivo y empleo mejorará los ingresos de la seguridad social, y los salarios tendrán un ambiente auspicioso para crecer en términos reales.
La fórmula implementada desde 2018 por el gobierno de Juntos por el Cambio, a través de la Ley 27.426, privilegió en su cálculo en un 70 por ciento la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y en un 30 por ciento la evolución del RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables).
El componente atado a los salarios, en el marco de las políticas de ajuste que llevaba adelante el gobierno anterior deprimiendo los ingresos, si bien ponderaba al 30%, fue muy negativo para la movilidad jubilatoria: el RIPTE perdió en términos reales (o en poder adquisitivo) un 11,5% en 2018, más un 6,2 por ciento adicional en 2019.
Pero además, los datos presentados por Anses, y que coinciden con muchos otros datos privados, lo dejan claramente expuesto: entre diciembre 2008 y septiembre 2017 (último ajuste según la fórmula de 2008) el haber mínimo creció, en términos reales, un 25,8 por ciento. Entre septiembre de 2017 y diciembre de 2019, con la fórmula macrista, el poder de compra del haber mínimo se derrumbó (-19,5 por ciento). Luego se recuperó un 5,4% a agosto, con los aumentos por decreto del actual gobierno, que fueron tan criticados por gran parte de la oposición.
Es muy claro: con la fórmula que el gobierno está proponiendo y que estuvo vigente entre 2008 y 2017 las jubilaciones crecieron, con la que impuso Juntos por el Cambio a partir de 2018 retrocedieron.
No hay que contemplar sólo las mejoras en los haberes previsionales. En el último periodo, hubo otras medidas que redundaron en beneficios para los jubilados: el congelamiento del precio de las tarifas públicas, de los medicamentos y de las cuotas de los créditos de la Anses desde principio de año, la decisión reciente de que no se paguen los intereses de estos últimos, la entrega de 170 remedios gratuitos a partir de un vademécum que contiene los que más consumen los adultos mayores, entre otras iniciativas. Para ellos los medicamentos representan un porcentaje importantísimo de sus haberes. Por eso, todos estos beneficios sumados suponen un aumento de los ingresos reales de los jubilados.
La apuesta del gobierno es poner a la Argentina de pie. La fórmula jubilatoria propuesta está en esa línea: si los salarios reales y la recaudación impositiva mejoran en un país que se recupera, los ingresos previsionales también se recomponen. Si ello no sucede, la Argentina seguirá postrada y ni los jubilados ni la mayoría de la población estarán mejor. El gobierno apuesta a que todos crezcan. La oposición de Juntos por el Cambio apuesta a la continuidad de una Argentina en crisis.
Diputado nacional y presidente del Partido Solidario
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/305880-jubilaciones-y-modelo-de-pais