José López condenado a seis años por enriquecimiento ilícito

José López condenado a seis años por enriquecimiento ilícito

José López fue condenado a 6 años de prisión por enriquecimiento ilícito. La pena se acerca al máximo previsto por el código penal para este delito. 

El ex Secretario de Obras Públicas que fue descubierto mientras buscaba esconder bolsos con casi 9 milllones de dólares en un convento de General Rodríguez, la noche del 14 de junio de 2016.

El Tribunal Oral Federal número 1, conformado por los jueces Ricardo Basílico, Adrián Grünberg y José Antonio Michilini decidió, además decomisar el dinero y dos relojes Rolex pertenecientes al ex funcionario y destinar todo a los hospitales de niños Garrahan y Ricardo Gutierrez.

En tanto, la ex esposa de López, María Amalia Díaz fue condenada a dos años de prisión condicional, también por el delito de enriquecimiento ilícito. Mientras que la religiosa que recibió a López aquella noche en el monasterio fue absuelta. Se trata de Celia Inés Aparicio.

Los jueces condenaron, además, a dos años y seis meses de prisión condicional a Andrés Enrique Galera y a Eduardo Ramón Gutiérrez, por considerarlos partícipes necesarios del enriquecimiento del ex secretario. Los dos son empresarios relacionados con la obra pública y fueron dueños de la casa de Dique Luján, a donde vivía López y donde estuvo escondido el dinero. El Tribunal decidió decomisar también ese inmueble. 

Por otra parte, Carlos Hugo Geianni y Marcos Marconi, dueños del departamento de la Avenida Las Heras donde vivía la hija de José López fueron absueltos por el beneficio de la duda.

Como ya consignó Página/12 Lo que surgió después de un año de juicio es que López fue acumulando en su casa el dinero que llevó al convento, presuntamente a través de cobrar coimas. La principal obra que manejó el secretario fue la del soterramiento del Sarmiento, ganada por Iecsa-Odebrecht-Isolux, empresas muy vinculadas al grupo Macri.

Antecedentes

Este diario ya dio a conocer los grandes huecos que muestran tanto el juicio a López como la cobertura que le brindaron los grandes medios. El domingo pasado, una nota de Raúl Kollmann describió tanto lo ocurrido la noche en que el ex Secretario fue detenido en el convento como las extrañas circunstancias de su “arrepentimiento” ante el fiscal Carlos Stornelli.

“En el juicio quedó bastante claro que el ex secretario salió de su vivienda el 14 de junio de 2016 luego de una pelea con su esposa, María Amalia Díaz. Según parece ella lo acusaba de una infidelidad. Cuando el juez federal Daniel Rafecas allanó la casa de Dique Luján se encontró con dos platos servidos para la cena y una comida a medio comer. Se supone que López pensó que su ex esposa, que se fue furiosa, lo iba a denunciar. Y por eso decidió poner a salvo el dinero que tenía escondido en una habitación oculta al lado del tanque de agua. Hoy en día, la mujer no visita al ex secretario en el lugar de detención. 

Rafecas allanó la casa de la mano de la Policía Federal, que no encontró el escondite con los rastros de la plata. Fue el propio López el que al principio del caso hizo la revelación, lo que permitió un segundo allanamiento y la detección de una falsa ventana en el techo que en realidad era una puerta a la que se accedía poniendo manualmente una escalera. 

Aquella noche, López salió de Dique Luján hacia el convento en General Rodríguez. Tiró los bolsos por encima del paredón y  –como se vio en las imágenes– fue ayudado por la religiosa Inés Aparicio. Todo indica que Aparicio no va a ser condenada el miércoles porque el fiscal Miguel Angel Osorio no pidió pena para ella, aunque sí lo hizo la Oficina Anticorrupción. La religiosa dijo que pensaron que López traía comida en los bolsos, algo que solía hacer. En el juicio no apareció ninguna evidencia contra la mujer. 

Arrepentido

El 11 de agosto de 2018, López acordó con el fiscal Carlos Stornelli. Se convirtió así en arrepentido en la causa por las fotocopias de los cuadernos. La jugada tuvo un primer impacto en el expediente del convento: el ex secretario salió del penal de Ezeiza, donde prácticamente no recibía visitas de nadie, para ser alojado en una cómoda unidad policial de Palermo. 

El pacto con Stornelli llevó automáticamente a un cambio de la versión de López sobre el origen de los nueve millones de dólares arrojados en el convento. Durante todo el proceso y en su primera declaración en el juicio había dicho que el dinero “vino de la política”, sin dar más explicaciones. 

Una vez sellado el acuerdo con el fiscal ahora rebelde, López se despachó con una historia muy distinta. Dijo que “suponía” que el dinero venía de Cristina Fernández de Kirchner porque se lo dio el ex secretario Fabián Gutierrez la misma noche en que llevó los bolsos a General Rodríguez. Contó que tuvo una reunión previa con Gutierrez en el hotel NH de la calle Bolívar y que luego le mandaron los nueve millones de dólares custodiados por dos personas, una llegó en moto y la otra en un auto. Los dos enviados –según dijo– lo siguieron hasta el convento. 

La coartada se cayó a pedazos casi de inmediato. En las numerosas imágenes de su periplo de Tigre a General Rodríguez no apareció ningún auto ni ninguna moto de custodia. Tampoco se encontraron evidencias de la reunión con Gutiérrez que ni siquiera estaba en Buenos Aires. En la valija en que se encontró la mayor parte de la plata había un marbete que demostraba que la usó una hija de López en un viaje anterior. También se encontró un recibo de un cambio de dólares realizado por López en Hong Kong. Y en la casa se encontraron pruebas de que el dinero estuvo cerca del tanque, en especial porque los billetes tenían rastros de humedad del escondite lindante con el depósito de agua. 

Como no se le podía achacar la culpa a CFK, los grandes medios perdieron interés. Pero, además, bajaron su furia contra López para preservarlo como arrepentido en la causa que más les interesa, la de las fotocopias de los cuadernos.”

También la nota de Kollmann revelaba los motivos del poco interés en develar de dónde venía el dinero que le encontraron a López.

 Origen

“La lógica indicaba que la búsqueda del origen del dinero era un gran objetivo, al menos de la oficina anticorrupción. sin embargo, prácticamente no se trabajó en ese terreno.

El fiscal Osorio consiguió que Estados Unidos conteste un pedido elemental: en los bolsos se encontró un ladrillo de billetes, en total 100.000 dólares, con el sello del Comerzbank de Estados Unidos y la Reserva Federal de USA. El Departamento de Justicia norteamericano nunca quiso contestarle al juez Rafecas pero sí lo hizo con Osorio. Reveló que el ladrillo fue transportado por la empresa Brinks al Banco Finansur de Buenos Aires. Se trató de una partida de 3,2 millones de dólares. 

El Estado argentino trabajó poco y nada el tema. El Finansur, manejado por el tesorero de Boca, operaba con algunas empresas trascendentes en la obra pública, entre ellas Odebrecht. Pero no hubo una verdadera investigación. Se ve que ya sabían que no se iban a encontrar con buenas noticias Un banco allegado a Macri y Boca, empresas vinculadas al mandatario: nada bueno podía salir de ahí. Y eso se reflejó en el juicio. No hubo ningún intento de avanzar en la búsqueda del origen del dinero.”

 

 

 

 

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/199907-jose-lopez-condenado-a-seis-anos-por-enriquecimiento-ilicito

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