En Cambiemos siguieron comiendo facturas. Pases de factura. La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, respondió al Gobierno por el malestar con sus críticas tras la elección de Córdoba, la octava consecutiva en la que el oficialismo hace agua, en plena crisis económica y mientras la CGT convoca a un paro general. “Qué terrible es que en la derrota se borren todos. Me dan asco”, sostuvo Carrió, que reconoció los pocos casos en los que acompañaron al candidato cordobés Mario Negri y señaló que “del PRO el resto se borraron”. Renovó sus cuestionamientos al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y le retrucó a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que la había desautorizado en sus comentarios sobre el narcotráfico. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, le contestó que están cuidando a los candidatos.
No hay paz en Cambiemos tras el resultado de Córdoba, que parece haber hecho eclosionar todas las discusiones internas que venían subyaciendo en el oficialismo y poner a flor de piel las dudas sobre qué estrategia seguir. Carrió había sido el blanco de las críticas del Gobierno, no solo por cuestionar la falta de apoyo a Negri, sino por las gaffes que cometió durante la campaña, como celebrar la muerte de José Manuel de la Sota. Los cuestionamientos formaron parte de la reunión de gabinete que encabezó el lunes el presidente Mauricio Macri, y a la que estuvieron invitados especialmente la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta.
En la conferencia de prensa posterior, Bullrich sostuvo que el gobernador Juan Schiaretti no está vinculado al narcotráfico y desautorizó a Carrió: “No usamos la lucha contra el narcotráfico en la campaña”, dijo Bullrich.
Carrió les contestó ayer con una serie de audios que posteó en Twitter. “Me gustaría expresar mi opinión del resultado de Córdoba, atento a las múltiples críticas que he recibido del propio gobierno”, dijo Carrió con un dejo de enojo en la voz.
“Recorrer Córdoba era saber que ganaba Schiaretti. He reconocido en él un buen administrador de provincia, por lo que desacredito cualquier reflexión que sobre el punto haga Gregorio Maqueda, que no es la voz de la Coalición Cívica”, sostuvo Carrió, sobre las palabras del presidente de la Coalición Cívica Córdoba, quien dijo: “Que un ladrón sea votado por el 54% de la gente no le quita lo ladrón. Pasó en 2011 con CFK y en 2019 con Schiaretti”. Carrió le pidió a Schiaretti “no tome en cuenta las expresiones de Maqueda”.
“Voy a discutir en el seno de la república y de Cambiemos lo que significa la vieja y la nueva política. O la política clásica y humanista versus la política posmoderna, mentirosa, falaz y pegada solo al éxito”, les reprochó a los macristas. “La Coalición Cívica no abandona a los derrotados. Para nosotros la lucha por la república es más importante que el resultado. He acompañado a los candidatos de la Coalición Cívica así saquen el uno por ciento. Nunca he especulado con una victoria o con una derrota. Nunca he traicionado los principios que dicen que siempre hay que estar con el más débil. La vida no es compartir el éxito y alejarse en la derrota”, les refregó. Carrió agradeció por ir a Larreta y Vidal “y el resto del PRO estaba borrado”.
Contrario al plan de la Rosada, que es recomponer la relación con Ramón Mestre, de forma tal de que tanto sus votos como los de Negri confluyan en la boleta de Macri en octubre, Carrió tildó a Mestre de corrupto: “Frente a la evidente corrupción de la intendencia de Córdoba, frente a la falta de estrategia de Cambiemos nacional, que es una constante, la cuestión de Córdoba llevó a un Cambiemos dividido, donde yo apoyé al hombre que muchos abandonaron en el momento de esa lucha”, insistió Carrió, quien le volvió a apuntar a Frigerio: “Es cierto: Cambiemos no apoyó a Cambiemos. El ministro del Interior hizo siempre su sociedad con los gobernadores del PJ”. “Y a Patricia Bullrich mejor no contestarle. Nunca hablé de Schiaretti y la droga. Hablé de la droga, que es su responsabilidad también”, le recordó.
“Si esa es la política, estos dispuesta a no estar”, amenazó. “Que el gobierno nacional no se sienta prescindente. Los dirigentes en las provincias tienen que defender un gobierno que no puede obtener resultados económicos. Y de eso no tienen la culpa los candidatos a gobernadores”, insistió.
“Creemos en una política humanista, transformadora de la realidad, transparente y al servicio de los ciudadanos”, le retrucó el jefe de Gabinete, Marcos Peña. “Con aciertos y errores, pero siempre buscando cuidar a las mujeres y hombres que nos representan en cada elección”, tuiteó.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/193846-en-la-derrota-se-borran-dan-asco