Desde Lima
Habrá segunda vuelta en la contienda por la presidencia del Perú. Eso ya se esperaba. Pero en las elecciones más apretadas e inciertas que recuerde el país, hasta el domingo en la noche no se había despejado la incertidumbre de quiénes serán los dos candidatos que disputarán el ballotage en junio. Hay cinco candidatos con opciones de meterse en esa instancia final. De ellos, el que aparece primero en una encuesta a boca de urna, con una diferencia que le da las mayores probabilidades de competir a la segunda vuelta para definir al ganador pero que no le asegura el boleto a la final, es el izquierdista y dirigente del sindicato de profesores, Pedro Castillo. Ha sido la sorpresa. Una semana antes de los comicios estaba en el séptimo lugar en las encuestas.
De acuerdo a los resultados a boca de urna de la encuestadora Ipsos, Castillo ocupa el primer lugar con 16,1 por ciento. En el segundo puesto empatan Keiko Fujimori y el economista neoliberal Hernando de Soto, con 11,9 por ciento. Muy cerca se ubica el centrista Yonhy Lescano con 11 por ciento. Luego vienen el ultraderechista Rafael López Aliaga, conocido como “Porky”, con 10,5 por ciento, y la izquierdista Verónika Mendoza con 8,8 por ciento.
Ha sido una elección que ha dejado en evidencia la falta de representatividad de todas las agrupaciones políticas, con los punteros con muy baja votación. Nunca antes alguien había ganado una elección con tan poco apoyo. Una falta de representatividad que refleja la profunda crisis de una clase política desacreditada por sucesivos escándalos de corrupción -seis expresidentes y varios candidatos, como Keiko, tienen acusaciones de corrupción- y por su incapacidad para enfrentar los graves problemas del país.
Alfredo Torres, director de Ipsos, aclaró que la encuesta a boca urna tiene un margen de error de tres por ciento para arriba y para abajo, lo cual, precisó, significa que con una diferencia menor de seis puntos entre un candidato y otro no se puede afirmar con certeza quién quedará adelante en el resultado final.
Castillo tiene la ventaja, pero sin la seguridad de su victoria optó por la prudencia. Recibió los resultados de boca de urna en su local partidario de la norteña región de Cajamarca, donde nació y es profesor rural. Hubo algarabía entre sus partidarios. El candidato pidió calma. Llevando puesto el clásico sombrero blanco de ala ancha de esa región andina del país, que usó en toda la campaña, el candidato de 51 años se abrazó con sus padres y dijo que esperará los resultados oficiales.
“Pido calma a mi pueblo. Sé que hay mucha efervescencia, pero este resultado es una encuesta, hay que esperar el resultado oficial”, fueron sus primeras declaraciones luego de conocido los resultados.
Castillo tuvo un sorpresivo crecimiento en la última semana de la campaña, especialmente en las zonas andinas y rurales. Con el resto de candidatos con un bajo apoyo, no necesitó un crecimiento espectacular para meterse primero a la hora de la elección. Ha cosechado en el profundo descontento por las profundas desigualdades que han agravado tres décadas de neoliberalismo.
El dirigente del gremio de profesores se hizo conocido en 2017 cuando encabezó una huelga de maestros que se prolongó por más de dos meses. En esa huelga jugó en pared con la mayoría parlamentaria fujimorista para jaquear al gobierno del entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski. La facción sindical que integra Castillo rompió por la izquierda con la dirigencia gremial manejada por el partido maoísta Patria Roja. El ahora izquierdista radical fue por casi dos décadas militante del partido del expresidente Alejandro Toledo, un defensor del modelo neoliberal, ahora procesado por corrupción.
A diferencia de Verónika Mendoza y la coalición de izquierda que la candidata progresista encabeza, que tienen como temas centrales de sus propuestas las políticas de igualdad de género, la legalización del aborto y el matrimonio igualitario, Castillo tiene posiciones conservadoras en estos asuntos y rechaza esas propuestas. De acuerdo con algunos analistas, esto puede haberlo favorecido frente a Mendoza en sectores populares y en las zonas andinas y rurales que adhieren a la izquierda y exigen un cambio del modelo neoliberal, pero son conservadores en esos temas. Los dos candidatos de la izquierda coinciden en la necesidad de cambiar el modelo neoliberal y la Constitución que viene de la dictadura fujimorista.
Otra vez el país podría enfrentarse, si los resultados finales confirman a Keiko en segunda vuelta, al riesgo del retorno al poder del autoritarismo y la corrupción fujimoristas. Envuelta en denuncias de corrupción y cuestionamientos por la conducta obstruccionista de su mayoría parlamentaria, Keiko parecía desahuciada políticamente, pero ha resucitado en estas elecciones. No necesitó un gran apoyo para hacerlo. Podría meterse por tercera vez consecutiva en la segunda vuelta. En 2011 y 2016 perdió en el ballotage por el alto nivel de rechazo que genera el fujimorismo. Competir en esta ocasión con una candidatura con imagen radical como la de Castillo podría jugar a su favor. Los analistas coinciden en que la izquierda tendría más probabilidades con Verónika Mendoza de ganarle a Keiko o a otro candidato de la derecha.
Keiko se juega mucho. La hija del encarcelado exdictador Alberto Fujimori está ante la alternativa de perder y tener que sentarse ante los tribunales para responder por cargos de lavado de dinero y enfrentarse a una posible condena de 30 años, que es lo que ha pedido la fiscalía, o ganar y cambiar el banquillo de los acusados por el sillón presidencial.
En el resultado a boca de urna, el economista neoliberal Hernando de Soto empata con Keiko. De Soto fue asesor del régimen de Alberto Fujimori y apoyó a Keiko en las campañas de 2011 y 2016. El candidato de centro Yonhy Lescano, crítico del modelo neoliberal, que está muy cerca de ambos en la encuesta a boca de urna, podría impedir que alguno de los dos pase al ballotage. Aunque queda algo rezagado, estos primeros resultados no descartan al candidato de la ultraderecha Rafael López Aliaga, una amenaza a la democracia.
Con Castillo y alguna candidatura de la derecha en segunda vuelta, se abriría un ballotage en el que se juegue la continuidad o el cambio del modelo neoliberal.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/335099-elecciones-en-peru-aun-es-incierto-quienes-pasaran-al-ballot
Elecciones en Perú: aún es incierto quiénes pasarán al ballottage