El escritor portugués José Saramago solía decir: “la derrota tiene algo positivo, nunca es definitiva. En cambio la victoria tiene algo negativo, jamás es definitiva”. El problema es cuando en cuestión de horas se huele el triunfo y la realidad impone morder el polvo. Fue lo que pasó este domingo en el Complejo Art Media, el lugar en el que el Frente de Todos decidió esperar el resultado de las PASO 2021. A lo largo de toda la tarde, funcionarios de la coalición de Gobierno, encuestadores y voceros difundían encuestas a boca de urna de diferentes horarios de votación: todas auguraban un triunfo de entre cinco y siete puntos a Victoria Tolosa Paz en la provincia de Buenos Aires y una muy buena elección de la lista de Leandro Santoro y Gisela Marziotta en CABA.
Difundían los números con cauto optimismo, pero optimismo al fin. El clima era alegre, la comida y la bebida fluían y la ansiedad iba aumentando con las horas. Pero todo cambió bien pasadas las 21 horas, cuando el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro ponderó la realización del comicio en plena pandemia y anunció que ya con el 60% de las mesas escrutadas, se podían consultar los resultados. Grande fue la sorpresa al hacerlo: el oficialismo perdió en 18 de 24 provincias. “No se puede creer” era la frase más comentada. Y la certeza inexorable de la mesa chica: se vienen cambios de gabinete.
En el momento en el que en el gazebo donde trabajaba la prensa, los mozos y mozas habían cambiado las facturas que repartieron durante toda la tarde por sándwiches de peceto o emparedados de pollo al curry, hubo muchos que perdieron el apetito. Porque coincidió con la palabra del ministro del Interior. Y empezaron las preguntas por las causas del resultado, porque siempre que ocurre un fenómeno inesperado, sobre todo con la complejidad que presenta una votación en pandemia, el acontecimiento debe ser explicado de modo policausal.
Desconcierto es la palabra que mejor define el momento en el que la derrota pasó a ser un hecho. Hubo encuestadores que miraban los datos y se preguntaban si había sido posible “pifiarla tanto” o si la tercera sección electoral, donde históricamente es muy fuerte el peronismo, no habría sido cargada aún. Pero PáginaI12 averiguó que sí había sido cargada. “Entonces es una catástrofe”, exageró un consultor enterado de la noticia.
Tan otro era el clima por la tarde, que la precandidata a diputada del Frente de Todos, Victoria Tolosa Paz, caminó junto a su compañero de lista Daniel Gollan y Máximo Kirchner,el jefe de bloque de diputados del Frente de Todos; desde la gobernación bonaerense hasta la Casa Axel de la militancia para celebrar en La Plata el triunfo de la lista de concejales que apoyaba el FdT, según dijeron a este diario desde el entorno de la candidata.
En cuestión de horas ya estaban en Chacarita las principales figuras del Frente de Todos, el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner a la cabeza. Cuando estuvo organizado el discurso del Presidente, todos subieron al escenario y habló Fernández.
“Cuando en pueblo se expresa nosotros lo tomamos en cuenta y el pueblo se expresó en un contexto muy particular y evidentemente algo no habremos hecho bien para que la gente no nos acompañe. De los errores aprendemos y hay demandas que no habremos satisfecho y a partir de este lunes nos vamos a ocupar porque todos los que estamos aquí queremos la felicidad del pueblo”, dijo Alberto Fernández.
De la PASO a la elección general
En el Gobierno no consideran imposible dar vuelta el resultado para la elección general de noviembre aunque fuentes que estuvieron en contacto con la “mesa chica” antes del discurso de Fernández confiaron a este diario que se pedían cambios de gabinete de manera “urgente” y que reclamaban “gente con capacidad de gestión”. El que más desconcertado estaba era el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. “No podía creer la derrota habiéndose roto el alma como se la rompió”, dijo alguien que lo vio antes de que saliera al escenario.
El factor Tolosa Paz
Si bien el Frente de Todos perdió la elección en casi todo el país, preocupa la derrota en la provincia de Buenos Aires, que concentra el 40% del padrón. Fuentes de la campaña dijeron a este diario de la fuerte preocupación por la gente que no fue a votar en el denominado conurbano profundo. La convicción, en línea con lo que dijo el Presidente, es salir a buscar a esa gente y convencerla de que hay dos modelos de país. “Hubo escuelas en las que votan 500 personas y votaron 250”, graficaron a PáginaI12.
Y aunque Victoria Tolosa Paz trabajó a un ritmo incansable, y nadie deja de reconocer que es una muy buena candidata, ella misma dijo en la madrugada del lunes que se van a poner a trabajar para cambiar lo que haya que cambiar. “Siempre es reversible el resultado mientras haya voluntad de escuchar y de resolver los problemas de la gente. Siempre que hay una elección, hay incertidumbre, La incertidumbre de hoy fue la participación y fue a votar mucha menos gente de la que esperábamos”, evaluó la candidata bonaerense.
Respecto de la performance obtenida por sus competidores políticos, la contadora expresó a C5N: “No miramos a las otras fuerzas políticas escuchamos a las urnas, como dijo el Presidente”.
Y lo decía literalmente: al cierre de esta edición, parte del equipo de campaña se encontraba trabajando a altas horas de la madrugada del lunes para organizar el discurso del día y la campaña de cara a las elecciones generales de noviembre. Y a hablar de lo que salió mal.
Por eso de Saramago, de que lo bueno de la derrota sea que nunca es definitiva. Lo que no dejó el escritor son pistas para obrar la alquimia de convertirla en victoria.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/367971-elecciones-2021-del-optimismo-al-desconcierto-de-la-derrota-