El fracaso rotundo del primer simulacro del sistema de digitalización y transmisión electrónica de telegramas electorales para el escrutinio provisorio, realizado el último sábado por el Correo Argentino y la empresa venezolana Smartmatic, confirmó las sospechas que venían señalando expertos en informática y dirigentes opositores. En la mayoría de las 3000 escuelas en las que se llevó adelante la prueba piloto, hubo fallas en la conectividad y demoras en las netbooks que se usarán durante las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 11 de agosto, aunque los resultados no fueron informados oficialmente a las diferentes fuerzas políticas. “El sistema actual ofrece todas las garantías para la alternancia y queremos que se mantenga para evitar cualquier posibilidad de manipulación de los votos”, señaló el apoderado del Partido Justicialista, Jorge Landau, al tiempo que adelantó que hoy ampliará una denuncia ante la Cámara Electoral.
Tanto el Correo Argentino como la firma que ganó la licitación aseguran que los problemas de carga y transmisión que tuvieron durante el primer simulacro “son normales” y se resolverán para la próxima prueba, pautada para el 20 de julio, a sólo tres semanas de las PASO. Sin embargo, especialistas en el tema no se muestran tan confiados con el sistema impulsado por el Gobierno que establece que los telegramas que se usan para el escrutinio provisorio sean escaneados y enviados directamente desde los establecimientos educativos. “El problema es que se quiere hacer un cambio importante, que puede tener un impacto grande en el escrutinio provisorio y, a su vez, en la opinión pública, y se empezó a pensar recién en noviembre del año pasado para implementarlo por primera vez en una elección presidencial y en el cien por ciento del país”, advirtió el programador y activista Javier Smaldone, en diálogo con Página|12. En ese sentido, consideró que la implementación del procedimiento “es un salto al vacío”, y apuntó que las fallas del testeo fueron “principalmente comunicacionales y de desorganización”. “El servidor central al que estas netbooks se tienen que conectar falló y lo arreglaron recién a la una de la tarde. Los problemas que hay no se pueden resolver de acá a 40 días”, detalló.
Por otro lado, muchas de las críticas apuntan hacia Smartmatic, la empresa venezolana radicada en California que se quedó con el escrutinio provisorio por ofrecer un precio mucho más bajo que el de sus competidoras, las españolas SCYTL e INDRA (esta última estuvo a cargo del recuento de votos desde 1997). “Smartmatic no ganó una licitación, sino un concurso de precios, y la calificación técnica que obtuvo fue más baja que la del resto de las compañías”, indicó Smaldone, al tiempo que aseguró que la firma “terceriza, a su vez, el desarrollo del software” para realizar la transmisión remota. En tanto, el experto en informática Ariel Garbarz explicó que “el software de Smartmatic no puede verificarse porque su codificación fuente es secreta y no permite a los partidos comprobación alguna, como la ley exige”.
En representación del frente opositor mayoritario, que llevará la fórmula Alberto Fernández y Cristina Kirchner, Landau ampliará hoy una denuncia que presentó en mayo ante la Cámara Electoral para que los cambios en el escrutinio queden sin efecto. “Nunca hubo problemas o dudas con el sistema actual. Ahora nos encontramos con que quieren innovar y es muy grave lo que está pasando porque ni siquiera tienen un listado de los establecimientos con acceso a internet”, dijo a este diario, al tiempo que subrayó que “un cambio como este no tiene asidero y debería pasar por el Congreso, no por un concurso de precios”. Además, el apoderado del PJ adelantó que de cara a las PASO solicitarán que se aplique un plan de contingencia para “que los que quieran usen este sistema pero que también se puedan seguir llevando las actas al Correo como se hizo siempre”.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/204454-el-simulacro-que-no-fue