“Nuestras inscripciones fueron enviadas a los servicios de inteligencia que hicieron un espionaje por fuera del mandato de la OMC. Nos espiaron a todos y nos fueron catalogando”, relató a Página/12 Alberto Robles, director de investigaciones del Instituto Mundo del Trabajo “Julio Godio” de la Universidad Tres de Febrero, con respecto al espionaje que la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) del macrismo realizó sobre él y otros académicos cuando se inscribieron en la Reunión Ministerial de la OMC en 2017. Las inscripciones de Robles como Beatriz Busaniche, de la fundación Vía Libre, y la investigadora de Conicet Luciana Ghiotto fueron rechazadas. Los tres relataron a este diario los detalles que contienen sus fichas elaboradas por aquella AFI, en donde aparecen desde fotos personales –incluso de menores– hasta datos de cuentas bancarias, direcciones, teléfonos y filiación política. El Conicet se solidarizó con los afectados, exigió “el esclarecimiento de estas prácticas y de cualquier otro tipo de registro que involucre a científicas/os por parte de organismos de inteligencia”, y evaluan presentarse como querellantes.
Meses antes del evento de la OMC decenas de académicos, que investigaron durante muchos años problemáticas vinculadas a la organización, se anotaron para participar. Sin embargo, varios fueron rechazados sin explicacion alguna. La actual interventora del organismo, Cristina Caamaño, denunció que estas personas habían sido víctimas de espionaje ilegal por parte de la AFI, que determinó que no podían ingresar.
“Participamos desde hace 30 años”
Robles, además de director del Instituto, es abogado especializado en relaciones laborales internacionales, docente en la UBA y en la de San Andrés y consultor de la OIT. Meses antes del evento se anotó junto a investigadores de su instituto y todos fueron rechazados. “Nos sorprendió porque participamos en reuniones de la OMC y de otras instituciones internacionales desde hace 30 años. Estábamos entusiasmados porque se hacía en nuestro país y podían participar muchos de nuestros investigadores”, afirmó.
“La OMC en sus estatutos tiene un sistema obligatorio de participación civil. Lo único que hace falta es inscribirse, de modo que lo hicimos normalmente”, detalló Robles. “El problema es que nuestras inscripciones fueron enviadas a los servicios de inteligencia que hicieron un espionaje por fuera del mandato de la OMC. Nos espiaron a todos y nos fueron catalogando”, dijo el director del instituto. En su ficha aparecen fotos donde están sus hijos, una con Hebe de Bonafini y otra en una radio comunitaria. “Aparentemente esos elementos, sumado a que estudiamos las cosecuencias sociales de los tratados de libre comercio, fueron tenidos en cuenta para considerarme no apto”, resaltó. Además, agregó que “la aparición de fotos de nuestros hijos en las fichas me remiten a componentes mafioso”. Según Robles, la Untref será querellante en la causa.
Teléfonos, cuentas bancarias, datos personales
Por su parte, Busaniche indicó que “de la fundación nos anotamos tres y todos fuimos fichados”. En su ficha hay números de teléfono –incluso el de un menor de edad–, datos de cuentas bancarias, de cotitulares de sus cuentas, emails, situación laboral, y datos de su obra social. “Hay también inteligencia de fuente abierta, con opiniones mías marcadas con resaltador. Decía que era particularmente opositora a proyectos oficialistas vinculados con el tema de reforma electoral y voto electrónico”, explicó.
Desde la Iniciativa Ciudadana para el Control del Sistema de Inteligencia (ICCSI), de la cual la Fundación Vía Libre forma parte, emitieron un comunicado
en el que indicaron que “queremos enfatizar que no sólo se trata de un incumplimiento flagrante de la legislación vigente por parte de la cúpula de la AFI y las autoridades políticas responsables, sino que en paralelo se produjo una cadena de fallas estructurales de los mecanismos previstos para controlar al sistema de inteligencia”.
“Peligrosos por relacionarse conmigo”
Ghiotto es otras de las investigadoras del Conicet que fue espiada. Es doctora en Ciencias Sociales y se anotó al evento como investigadora de la Transnational Institute (TNI). También fue rechazada. “Desde hace 20 años trabajo temas de economía, política internacional y cuestiones vinculadas con organismos internacionales, tratados de libre comercio y libre inversión. Quería asistir porque es mi área de estudio”, indicó. Además trabaja temas vinculados a la OMC desde el año 2001. “Cuando nos enteramos que se iba a hacer la Ministerial en Argentina, armamos, desde diferentes organizaciones de la sociedad civil, un proceso de formación porque en el país se sabía muy poco sobre el organismo. Ese año trabajamos muy fuerte, se hicieron charlas y tuve un perfil muy público en la organización de la Cumbre de los Pueblos –una cumbre social que se arma por fuera del evento oficial siempre que se hace una Ministerial de la OMC–“. Ghiotto explicó que, la Cumbre en 2017 se realizó en la Facultad de Sociales de la UBA y participaron unas cinco mil personas.
Su participación activa en la Cumbre de los Pueblos fue evaluada por los servicios y eso le costó quedar fuera del evento de la OMC. Fue la única participante del TNI que no pudo asistir. “Ellos evaluaron que, como era referente de la Cumbre, iba a ‘boicotear’ el evento”. Además, agregó que “hicieron una elucubración de sospechas. Me ubicaron en el centro y empezaron a ‘peinar’ gente de mi entorno a la que le denegaban el ingreso porque eran ‘peligrosos’ por relacionarse conmigo”. En ese sentido indicó que va a ser querellante porque “están mancillando mi nombre”. Además se mostró conforme con el comunicado del Conicet
en el que explican que están evaluando presentarse como querellantes. “Somos, por lo menos, dos investigadores del Conicet los que tenemos fichas y también aparecen dos nombres mas en fichas de otros”.
Informe: Melisa Molina.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/271824-el-relato-de-tres-investigadores-espiados-por-la-afi-macrist