El PRO puso en marcha la operación Rafecas

El ala dura del PRO sueña con reconstruir la unidad opositora dentro del Congreso. Apuesta a conformar un nuevo Grupo A, como aquel que encabezaban Patricia Bullrich y Elisa Carrió desde la Cámara de Diputados en 2009. Aferrado a esa estrategia, de crecer en base a la polarización y a ejercer una oposición obstruccionista en el Congreso, el macrismo puso en marcha “la operación Rafecas”.

Luego de que el último jueves en el Senado la oposición no le diera los dos tercios al Frente de Todos para tratar sobre tablas la ley de alquileres, la “operación Rafecas” comenzó a recorrer los carriles preestablecidos. Rápidamente, incluso antes de que finalice la sesión, los voceros de Juntos por el Cambio difundieron que “el bloqueo a la ley de alquileres era la antesala del rechazo del pliego de Rafecas como Procurador General de la Nación”. Una conclusión absurda que sólo puede ser replicada por quien desconozca los mecanismos legislativos o no entienda el peso político de la designación del jefe los fiscales. Lo cierto, en primer término, es que los plazos para el tratamiento del pliego de Daniel Rafecas están suspendidos debido a la emergencia sanitaria, que también afecta el trabajo parlamentario, y luego que las negociaciones por los votos para avalar la designación del jefe de los fiscales exceden los muros del Palacio Legislativo y recaen en la mesa donde se sientan los opositores con responsabilidad territorial. En ese marco, desde el oficialismo aseguran “que las chances de Rafecas están intactas”.Los senadores del Frente de Todos también recuerdan, a la hora de evaluar las posibilidades del pliego que Rafecas, que el magistrado tiene una buena relación con algunos sectores de Cambiemos y que incluso había sido propuesto como camarista durante el gobierno de Mauricio Macri.

“Falta mucho para entrar en momentos decisivos, en donde seguramente habrá una negociación en el máximo nivel. Esto no se puede comparar con una articulo de la ley de alquileres o con el tratamiento de un DNU, esto es una clara operación de los sectores que le apuntan a Rafecas por su postura en la denuncia de Nisman contra Cristina (Kirchner)”, señaló una fuente involucrada en el trámite del pliego.

En tanto, Página/12 pudo confirmar que una funcionaria de la comisión de Asuntos Constitucionales se comunicó hace un par de semanas con el juez Daniel Rafecas para informarle que el trámite estaba suspendido. En esa misma comunicación le explicó que en la comisión primaba el criterio de posponer su tratamiento hasta que termine la cuarentena. Por otra parte, si bien el entorno de la presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner, prefirieron no hacer especulaciones sobre la posible fecha del tratamiento, desde el seno del bloque del Frente de Todos confirmaron que “el pliego deberá esperar”.

Anabel Fernández Sagasti, senadora del Frente de Todos, se refirió a la designación de Rafecas como Procurador General de la Nación y aclaró que “el pliego ya está en el Senado”, y detalló: “Se buscan los consensos para que se ratifique, pero no veo que en lo inmediato se pueda avanzar”. La senadora añadió que la dificultad no radica en conseguir los votos sino en que la pandemia le asigna otras prioridades al trabajo remoto que está llevando adelante el Congreso.

Acuerdo previo

Juntos por el Cambio terminó de delinear su estrategia pocas horas de la sesión del jueves. Fue en un encuentro virtual coordinado por Luis Naidenoff y Humberto Schiavoni, jefes de la UCR y el PRO en la Cámara alta, que se realizó el miércoles por la noche. La decisión fue pagar el costo político por bloquear la ley de alquileres, evitar la participación en el debate por las escuchas ilegales y mostrar capacidad de daño en términos parlamentarios.

Tanto Naidenoff como Schiavoni bajaron la línea sugerida por Patricia Bullrich ante los integrantes del interbloque. Argumentaron que era necesario exhibir unidad y capacidad de bloquear el tratamiento de las iniciativas que requieran mayoría especial.

El resultado de la estrategia es conocido. Juntos por el Cambio no sólo logró unificar su voto en recinto sino que además sumó las voluntades del bloque Federal que encabezan los ex gobernadores Carlos Reuteman y Juan carlos Romero. 

Con el objetivo cumplido, fue Martín Lousteau quien dejó en claro el verdadero intereses de su bloque: “Pensaban que tenían los dos tercios para hacer cualquier cosa”, sentenció. El senador, además, advirtió que desde la conducción del bloque ya se había planteado la necesidad de que el voto para el pliego de Rafecas sea uniforme. Algo que a esta altura parece difícil de concretar. 

La urgencia opositora

La cautela del oficialismo para tratar tanto la designación del Procurador General de la Nación como la reforma judicial o la nueva ley de inteligencia, contrasta con la ansiedad de la oposición para mostrar una unidad lo suficientemente robusta como para bloquear los proyectos del oficialismo que requieran mayoría especial.

Juntos por el Cambio lucha contra su propia fragilidad y también contra el reloj. Sabe que cuando el Congreso entre en la nueva normalidad, y comience a tratar los temas pendientes, las diferencias internas volverán a aflorar. Por eso desde el ala dura salieron en manada a resaltar el valor de la unidad opositora para frenar las iniciativas del Frente de Todos.