El gobierno de Fernández: un gabinete que se cocina a fuego lento

El gobierno de Fernández: un gabinete que se cocina a fuego lento

Luego de haberse reunido con Cristina Kirchner y de declarar que el gabinete ya estaba casi resuelto, el presidente electo Alberto Fernández pasó el día en sus oficinas de Puerto Madero terminando de pulir los nombres y reunirse con gobernadores como el santiagueño Gerardo Zamora, el chubutense Mariano Arcioni y el santafesino Omar Perotti. Una de las preocupaciones está puesta en la definición de los bloques parlamentarios y los gobernadores buscan plantear sus posiciones, con un riesgo cierto de que en el Senado quede el peronismo dividido en dos bancadas. Mientras, quienes son señalados como ministeriables, esperaban un llamado para definir su futuro.

Alberto Fernández aguardaba la vuelta de la expresidenta de Cuba para ponerla al tanto de los nombres que pensó para su gabinete. Conversaron durante tres horas en el departamento de CFK en Barrio Norte, encuentro del que también participó Máximo Kirchner. “El gabinete ya está básicamente definido”, comentó Fernández a la salida, pero no dijo nada más. Sólo que la charla con la expresidenta también había transcurrido por varios carriles dado que hacía 18 días que no se veían, aunque mantienen el contacto diario vía Telegram. En la charla también se habría conversado sobre las nuevas conducciones en YPF y en Aerolíneas Argentinas.

Por cierto, la mayoría de los lugares están definidos aunque queda pendiente una conversación con alguno de los elegidos. Están los que ya son número puesto: Santiago Cafiero (Jefatura de Gabinete), Daniel Arroyo (Desarrollo Social), Felipe Solá (Relaciones Exteriores), María Eugenia Bielsa (Vivienda y Hábitat), Eduardo Wado de Pedro (Interior), Tristan Bauer (Cultura) y Marcela Losardo (Justicia). También es seguro que Gustavo Beliz tendrá un lugar, ya sea en un ministerio o una secretaria que dependa del Presidente, como Asuntos Estratégicos o Modernización. Luego, hay otros candidatos que también estarían muy cerca de estar confirmados, aunque, como todos, hasta que no haya un anuncio formal, todo puede cambiar: Agustín Rossi (Defensa), Claudio Moroni (Trabajo) (Interior), Gabriel Katopodis (Infraestructura u Obras Públicas), Pablo Yedlin (Salud), Nicolás Trotta (Educación).

En las últimas horas se añadió Roberto Salvarezza como candidato para el recuperado ministerio de Ciencia y Técnica. En el área de Economía, Matías Kulfas y Cecilia Todesca son los que están más cerca de Fernández. Si bien Guillermo Nielsen tendrá un rol en el armado, no sería al frente de Hacienda; una opción es que esté vinculado a Vaca Muerta.

Miguel Pesce, un amigo de Fernández, volvería al Banco Central. Diego Gorgal es uno de los nombres que suena para Seguridad. Vilma Ibarra, en tanto, es seguro que estará en la secretaría de Legal y Técnica. Todavía no se conocían definiciones respecto al nuevo ministerio de Igualdad y Género, una novedad del gabinete albertista. Todos los apuntados estaban a la espera de un llamado que, según las consultas realizadas, no había llegado. Desde hace varios días hay equipos técnicos trabajando en la transición, pero recibieron estrictas órdenes de mantenerse en reserva y lejos de las especulaciones.

La designación de Rossi generará la necesidad de nombrar a un nuevo jefe de bloque de la bancada de Diputados, para el que pica en punta Máximo Kirchner. Si así fuera, se complicarían las posibilidades de la senadora Anabel Fernández Sagasti de ocupar la jefatura de una bancada única en la Cámara Alta, dado que ambos pertenecen a La Cámpora. El cordobés Carlos Caserio habló de la posibilidad de dos bloques -uno kirchnerista y otro de los gobernadores-, separados pero que respondan “al mismo proyecto”. Como es lógico, dejó la resolución en manos de Alberto Fernández.

Como para mostrar distensión en estas horas de definiciones, Fernández se fotografió junto a Prócer, el hijo de su perro Dylan, que ayer fue por primera vez a las oficinas de Puerto Madero. Por la mañana se reunió con el titular del Banco de Desarrollo de América Latina, Luis Carranza, quien le prometió la continuidad de los planes de desarrollo en el país con créditos por 4 mil millones de dólares. Después recibió a los gobernadores, con los que conversó sobre cuestiones provinciales y de cargos. Una de las promesas de campaña de Fernández fue que encabezaría un gobierno realmente federal en el que ocuparían un lugar preponderante.

Mariano Arcioni le pudo mostrar al menos el inicio de una normalización en Chubut, luego de que los docentes resolvieran volver a las aulas luego de 17 semanas de paro. Esa provincia apunta a ser una de las que necesitará más atención de parte de la Casa Rosada a partir del 10 de diciembre, con un cuadro de agitación que no se disipa.

Como Alberto Fernández a nivel nacional, Omar Perotti también prepara su gabinete para gobernar Santa Fe, en medio de los tironeos de las distintas líneas internas. Fue el primer encuentro a solas entre ambos luego de las elecciones, en las que Fernández sorprendentemente perdió en Santa Fe después de haberse impuesto con comodidad en las PASO.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/231981-el-gobierno-de-fernandez-un-gabinete-que-se-cocina-a-fuego-l

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