“Fue un desenganche de la realidad”, dijo Eduardo Duhalde a modo de justificación de lo que días atrás había generado un verdadero revuelo al anticipar que podría haber un golpe de estado contra Alberto Fernández. Conciente ahora de lo que habían producido sus dichos, el expresidente se aferró a una supuesta consecuencia de la pandemia al sostener que “produce actitudes psicóticas y, nunca como ahora, ves gente que dice cosas que en su sano juicio no las diría”. De todas formas no abandonó la teoría del golpe al sostener que la versión de una posible asonada militar se la confió justamente un militar amigo.
El lunes pasado, en un programa de América 24, Duhalde se mostró firme y seguro al sostener, con un dejo de ironía, que el próximo año no habría elecciones y que el golpe de estado era una gran posibilidad. Es más, presagió que “se va a generar un clima peor al ‘que se vayan todos´” de 2001 “ya que puede terminar en una especie de guerra civil”, dijo y estalló la polémica.
Dos días después, y otra vez por el mismo canal, Duhalde volvió a aparecer. Tal vez conciente de lo que habían provocado sus declaraciones, afirmó que lo suyo era “una repuesta vinculada con la perdida momentánea de la mente que se desengancha de la realidad”, dijo arrimándose peligrosamente a la figura del insano. “No tenía que haber dicho”, agregó.
Sin embargo, la justificación seudo psiquiátrica de Duhalde pareció diluirse cuando se internó en el relato de cómo llegó a aquella conclusión. “¿Qué tiene que hacer un expresidente si una persona a la que tiene mucha confianza le dice que están preparando un golpe de Estado”, se preguntó de manera defensiva.
Luego dijo que la posible asonada se la sopló “un señor del Ejército” y que de inmediato decidió transmitirle lo que había escuchado a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Según Duhalde, ella lo derivó al ministro de Defensa, Agustín Rossi.
“Cuando me dicen eso, quise ubicarlo a Rossi no lo pude hacer, la llamo a Cristina, le digo pasa esto y ella me dijo: ‘andá inmediatamente a ver a Rossi’ y el 18 de julio lo fui a ver. Le conté exactamente lo que yo conocía y me dijo: ‘Eduardo estoy absolutamente convencido que las Fuerzas Armadas están defendiendo el sistema democrático, pero voy a averiguar'”, relató Duhalde.
A partir de allí el relato del expresidente volvió a ingresar en una zona compleja cuando se negó a identificar al militar que le había trasladado el dato. Primero sostuvo que se lo había dicho a Rossi para luego agregar que “no puedo contar qué le dije al ministro por razones elementales. Imaginate que es un señor del Ejército que hoy está encubierto, es peronista por eso tiene miedo que haya un golpe”, dijo.
Luego señaló que la información que había recibido le produjo “miedo porque, a diferencia de la mayoría, yo viví, -era intendente municipal de Lomas de Zamora- el golpe de 1976 con un dramatismo extraordinario. Mucha gente lo vivió con muchísimo dramatismo, no solo (por tener) hijos desaparecidos, sino además siento de miles de picaneados”, agregó.
Por último, el expresidente indicó que “como yo tengo pánico al golpe de Estado, después me pongo a pensar, veo el avance del militarismo en América Latina y me empieza a dar más miedo. Eso evidentemente produce en mi ese efecto. Mi hija le dijo a mi nieta, papá tuvo un momento, un desenganche de la realidad y dijo lo que no tenía que decir”, aseguró.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/288068-eduardo-duhalde-fue-un-desenganche-de-la-realidad