Causa ESMA: Un represor cada vez más cerca de la prisión efectiva

La libertad de Horacio Ferrari, el marino que integró el brazo operativo de la ESMA durante la última dictadura cívico eclesiástica militar, tiene los días contados. Luego de que la Corte Suprema de Justicia habilitara una queja presentada por la querella de Justicia Ya, en representación de sobrevivientes de aquel centro clandestino, el Tribunal Oral Federal número 5 de la Ciudad de Buenos Aires deberá desandar sus pasos y dictar una nueva resolución para definir la situación de “Pantera”, como se hacía llamar Ferrari, acusado en el marco de la megacausa de secuestros, torturas, homicidios y hasta apropiación de bebés durante el terrorismo de Estado.

Ferrari fue detenido por su participación en los crímenes de la patota de la ESMA en 2013. Y llegó bajo cumplimiento de prisión preventiva domiciliaria –nunca estuvo preso en el sistema penitenciario– al cuarto juicio que se llevó a cabo por aquellos hechos entre 2018 y febrero de este año –Esma IV– en calidad de acusado. Aquel fue su primer juicio y hubiera sido su primera condena por delitos de lesa humanidad de no haber quedado fuera: recusó a dos de los tres miembros del Tribunal Oral Federal número 5, Adriana Paliotti y Daniel Obligado, por haber participado en otros tramos, durante los primeros días del proceso oral y público; la Casación le dio la razón y la Corte Suprema confirmó ese argumento días previos al veredicto.

La integración de ese TOF, no obstante, había sido bastante bondadosa con Ferrari durante aquel juicio: a mediados de 2019 “morigeró su situación de detención sin motivo razonable”, indicó Ariel Noli, uno de los abogados de la querella que representa a la Asociación de ExDetenidos Desaparecidos en la megacausa ESMA. Lo acompaña en esa tarea Adrián Krmpotic. “Es uno de los pocos casos en los que una persona acusada de los crímenes más terribles, bajo régimen de prisión preventiva en curso, y detenida en la comodidad de su casa, es dejada en libertad”, insistió el letrado.

La decisión fue discutida en diversas instancias judiciales hasta llegar a la Corte Suprema. El jueves pasado, tal como informó el medio comunitario La Retaguardia, admitió el recurso de queja extraordinario presentado por Justicia Ya y remitió el expediente al TOF 5 para que emita una nueva sentencia.

El mismo jueves, la querella solicitó a los jueces de ese tribunal –una integración diferente a la que desarrolló el juicio por el cuarto tramo de la megacausa debido a la recusación de Ferrari– que dicten la detención del acusado, y que sea en cárcel común. Sucede que esa instancia, no obstante, está sin novedades desde que la Sala II de la Cámara de Casación habilitó su apartamiento del debate en curso y la presidencia de esa alzada ordenó una nueva integración del TOF 5 para que lo juzgue especialmente a él.

Desde febrero de este año, los jueces Andrés Fabián Basso, Javier Feliciano Ríos y Herminio Fernando Canero saben que deben comenzar a juzgarlo. “No hubo ni un solo paso en ese sentido”, remarcó Noli. El Ministerio Público Fiscal solicitó en más de una oportunidad que se active el proceso. Nada.

Ferrari integró la patota de la ESMA entre fines de 1976 y principios de 1978. En 1978 fue condecorado por el entonces jefe de la Armada, Emilio Massera, por su participación en el Grupo de Tareas 3.3.2 y destacado por su “heroico valor en combate” en el marco del terrorismo de Estado. Logró mantenerse en el anonimato varias décadas, a pesar de que sobrevivientes lo habían identificado en sus declaraciones ante la Conadep.

Fue detenido en 2013. Contaba, entonces, con el grado de contraalmirante de la Armada. En el marco de los juicios de lesa humanidad que se llevaban a cabo por los crímenes de la ESMA fue identificado con mayor precisión por sobrevivientes del centro clandestino que lograron determinar que “Pantera”, uno de los secuestradores de la patota era él, Ferrari.

Uno de esos testimonios, el de Martín Gras, le puso voz, voto e intención a su presencia en la ESMA. Recordó que era él quien le discutía al jefe del G.T. 3.3.2 Jorge “Tigre” Acosta su estrategia de “recuperación” de algunes detenides desaparecides. para “Pantera” aquel era un “error”: nadie tenía que salir vivo de allí.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/361971-causa-esma-un-represor-cada-vez-mas-cerca-de-la-prision-efec

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