La presentación de los candidatos y la primera ronda de debate presidencial sobre relaciones internacionales y la economía no aportó ninguna novedad sustancial a lo que la ciudadanía ha venido escuchando en los últimos meses.
Con mayor o menor precisión cada uno de los aspirantes a la Presidencia se dedicó a reafirmar las ideas ya conocidas y expresadas durante la campaña en marcha. Al mismo tiempo, cada uno de ellos eligió a su propio adversario y en ese sentido se formaron duplas: Mauricio Macri vs Alberto Fernández; José Luis Espert vs Roberto Lavagna; Juan José Gómez Centurión y Nicolás del Caño… solos contra el mundo.
Como era previsible, pocos fueron los intercambios entre los presidenciables, menos las respuestas a las preguntas que formularon. Si en algo coincidieron todos fue en elegir a Mauricio Macri y a su gobierno como blanco principal de los ataques, aunque no faltaron las alusiones entre ellos.
Alberto Fernández fue quien se encargó de arremeter con mayor claridad contra el gobierno de Macri, subrayando especialmente, con claridad y firmeza, las mentiras planteadas, antes y ahora, por el Presidente, quien en algún momento, cual comentarista de la realidad, interpretó palabras del candidato del FdT.
Tampoco hubo novedades en relación con la posición del Presidente, que habló sin acusar recibo de las críticas, desconociendo las consecuencias de sus actos y afirmando que lo mejor está por venir.
La referencia al Mercosur tuvo acercamientos diversos, la mayoría para rescatar el acuerdo, aunque José Luis Espert dijo que “nada hay para rescatar”.
Es un debate presidencial por televisión pero, de alguna manera, negando el lenguaje televisivo.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/225155-cada-uno-eligio-su-adversario