Un famoso hacker reveló este jueves que el expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, le habría prometido indultarlo luego de contratarlo para simular un fraude con las urnas electrónicas, desacreditar a la justicia electoral y crear un escenario político para desconocer la victoria de Lula da SIlva.
“Bolsonaro me prometió el indulto por los delitos que pueda cometer con este trabajo; yo sabía que era un delito, pero era una orden del presidente de la República”, expresó Walter Delgatti ante la comisión parlamentaria que investiga los actos golpistas del 8 de enero. Dijo que recibió 40.000 reales –9.000 dólares– de la diputada ultraderechista Carla Zambelli como adelanto por colaborar, y la promesa de convertirse en empleado del Gobierno en caso de que Bolsonaro fuese reelecto.
La trama
Delgatti indicó que el exministro de Defensa, el general Paulo Sergio Nogueira, le daba órdenes para intentar detectar algún problema en el sistema electoral y comentó que fue cinco veces a su ministerio para dialogar con técnicos de las Fuerzas Armadas sobre cómo se podía violar dicho sistema. Señaló que el sistema no puede ser invadido porque el código fuente está offline.
Bolsonaro le habría asegurado al hacker en una reunión que servicios de inteligencia extranjeros espiaron el teléfono del juez Alexandre de Moraes, jefe de la justicia electoral y miembro del Supremo Tribunal Federal (STF). Esto se habría hecho para intentar reunir datos y filtrar algún escándalo que lo inhabilitara como magistrado antes de los comicios. “Bolsonaro me dijo que un país extranjero había conseguido filtrar a Moraes, que tendría conversaciones comprometedoras y que yo debía asumir la autoría de ese espionaje por la credibilidad que tuve en el caso de Lava Jato”, contó.
Los encuentros con el exmandatario, algunos presuntamente documentados con fotografías, habrían ocurrido en la residencia oficial de la Presidencia, y más una vez en la sede del Gobierno. Bolsonaro admitió tras el testimonio que recibió al hacker, pero descalificó totalmente sus declaraciones. “Hubo una reunión, lo mandé al Ministerio de Defensa a conversar con técnicos” y “ahí murió el asunto”, dijo.
El hacker
Delgatti se hizo famoso por haber estado detrás de una filtración de chats privados de los fiscales de la Operación Lava Jato que sacó a la luz la manipulación política que se ejerció en el proceso judicial para detener a Lula en 2018 y proscribirlo de las elecciones de aquel año, que ganó Bolsonaro. Esto hizo que se anularan las condenas contra el actual mandatario.
A principios de agosto, la Policía Federal de Brasil inició una operación en la que el hacker fue detenido por colarse en el sistema del Consejo Nacional de Justicia para incluir una orden falsa de detención contra De Moraes, mientras que los domicilios y las oficinas de la diputada Zambelli y de dos de sus asesores en Brasilia, fueron blanco de registros.
Tensión en la sesión
Durante su declaración, Delgatti tuvo una discusión con el exjuez y senador Sergio Moro, responsable por los juicios que llevaron a Lula a prisión. Moro aseguró que el testimonio no tenía validez pues, entre otras cosas, Delgatti estaba acusado de pinchar teléfonos de autoridades, falsificación de documentos y hasta fraudes financieros a través de internet. El hacker no se contuvo y tildó a Moro de “delincuente tenaz”, para recordar las supuestas maniobras que hizo con fiscales para incriminar a Lula en asuntos de corrupción.
La ultraderecha intensificó la tensión cuando tomó la palabra el senador Flávio Bolsonaro, hijo del exmandatario, quien le recordó al hacker sus vínculos con la izquierda. No obstante, Delgatti, quien había contestado todas las preguntas hasta ese momento, se amparó en su derecho a permanecer en silencio frente a preguntas de los bolsonaristas.
“Este es un día importante para la República porque estamos frente a una acusación clara e histórica contra el expresidente. La extrema derecha no cabe dentro de la democracia”, afirmó el diputado Pastor Henrique Veira del Partido Socialismo y Libertad, durante su participación en la comisión parlamentaria.
Contra las cuerdas
Según el oficialismo, el testimonio del hacker puede agravar los múltiples problemas que Bolsonaro enfrenta en los tribunales. El exmandatario es investigado por los sucesos del 8 de enero, cuando miles de activistas de ultraderecha asaltaron las sedes de la Presidencia, el Parlamento y la Corte Suprema. Por este caso, al menos ocho personas fueron detenidas este jueves acusadas de organizar y financiar el intento de golpe. La acción fue llevada a cabo por la Policía Federal (PF) con 16 órdenes de allanamiento en los estados de Santa Catarina, Bahia, Goiás, Paraiba, Paraná y Brasilia.
Según la cadena de noticias GloboNews, uno de los detenidos es el pastor evangelista Dirlei Paiz de Blumenau, enclave de descendientes de alemanes en la sureña Santa Catarina, quien aparece en una foto en sus redes al lado de Jair Renán Bolsonaro, uno de los cinco hijos del expresidente, pidiendo un golpe de Estado militar.
En Goiania, capital del estado central de Goiás, fue detenida la llamada “cantante del golpe”, Fernanda Olivier, vocalista góspel famosa por haber animado los acampes realizados por los bolsonaristas frente a los cuarteles. Otros de los detenidos fueron identificados como dueños de empresas y gestores de activos privados.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/579975-bolsonaro-habria-contratado-un-hacker-para-hacer-fraude