La semana del presidente Alberto Fernández recorre una agenda vasta, colmada por innumerables reuniones. La que termina este domingo agregó abundante millaje con viajes aéreos a Santiago del Estero y Tucumán. La pandemia, la economía local, el canje de deuda, hechos de violencia en Río Negro
. Ayer terminó tarde, con los anuncios informados en esta edición. Trasnochó el viernes, reunido con varies integrantes del gabinete. En la mañana del sábado se da tiempo para repasar lo sucedido concediendo unos minutos por celular a periodistas de surtidos medios, entrevistas al aire o conversaciones informales.
En el rato que le tocó a este cronista, AF se gratificó recordando la recepción de ciudadanos santiagueños y tucumanos. “Me saludaban, me alentaban, me aplaudían desde sus casas”: “Me abrazaban”, metaforiza o transmite sentimientos porque la distancia social se respetó a rajatabla.
Los indicadores sanitarios dan bien, los gobiernos de ambas provincias disponen cuarentenas firmes. Se cumplen aunque baqueanos tucumanos señalan que en San Miguel hay relajación, tal como sucede en casi todos los grandes centros urbanos.
El coronavirus centraliza la atención, los problemas se concentran en la zona metropolitana y el Chaco. “El 90 por ciento del país está aliviado de la pandemia”, “tenemos que apagar la fogata en el bosque”. La intervención nacional en las villas y barrios humildes de la Ciudad Autónoma (CABA) se acordó con el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Fernández y el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, evitan críticas públicas o reservadas para Larreta. En otros despachos oficiales o en intendencias bonaerenses cunden reproches audibles.
La muerte anunciada de la militante Ramona Medina que había denunciado carencias y pedido ayuda aceleró las tratativas. Y le puso nombre y apellido a una víctima, una luchadora social. Fernández convocó a militantes de La Garganta Poderosa. Nunca había estado con su referente Nacho Levy. Lo conocía solo por referencias del fallecido (y añorado) periodista Marcelo Zlotogwiazda. El diálogo, resume Fernández, fue franco. Los participantes le pidieron respeto, medidas concretas, “no cargos ni planes”. La provisión de agua que faltó durante diez días. Una mejor cobertura alimentaria. Cuidar a los que cuidan: gas para los comedores comunitarios, baños para las mujeres que estiran sabiamente la comida para alimentar al vecindario. Atención médica adecuada y varios etcéteras.
El Presidente llamó al “padre Willie”, el sacerdote Guillermo Torre, uno de los “curas villeros” de su confianza, para corroborar el cuadro de situación.
El programa DeTecTar avanza tomando en cuenta la intensidad de los contagios. Los vecinos rechazan dejar sus viviendas y es injusto que se los traslade en malas condiciones a hospitales u hoteles lejanos. Se habilita el puerto de cruceros en Puerto Madero para atención inmediata, se pueden cumplir los hisopados sin hacer cola y esperar los resultados con relativa comodidad. Los contagios llegaron desde afuera hacia adentro, desde otra clase social. El detalle de las nuevas acciones se conocerá en estos días. Las tratativas entre el Presidente, Rodríguez Larreta y el gobernador Axel Kicillof redondean más acuerdos que discrepancias. Es prioritario acotar la cantidad de pasajeros en el transporte público. Las reaperturas de negocios generan demasiado movimiento, consideran en Olivos y la Casa Rosada. Rodríguez Larreta estima que el 60 por ciento de los comercios porteños obtuvieron autorización para reabrir. Solo el 40 por ciento la efectivizó y apenas el 20 factura pasablemente, casi ninguno “como antes”. Con esas cifras, atentos al movimiento peatonal y de autos, se concluye que será funcional reducir actividades en las grandes avenidas que se recorren para pasear o mirar vidrieras y no solo para comprar como en los comercios de cercanías. “Funcionan como centros comerciales a cielo abierto”, parangonan el Presidente y su entorno.
Larreta, entiende Fernández, es laborioso y colaborador. Le juegan en contra la naturaleza sociológica del distrito (clase media o alta que lo votan masivamente) y la ofensiva del macrismo sin tierra en yunta con la prensa hegemónica.
El jefe de gobierno porteño tiene otras prioridades que sus aliados políticos o fácticos pero debe hacer equilibrio baleado por fuego amigo. Complicado también, ojo al piojo, por la desaprensiva política social implementada por Mauricio Macri y él mismo desde 2007 en adelante.
Unidad en la acción de todas formas. En diez días la Nación terminará de construir un hospital de urgencia, cercano al barrio Padre Mugica, con 180 camas. El ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, lo conversó con Fernández en Olivos.
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Chaco, otro foco: Chaco concita preocupaciones, el impacto de la covid-19 se mantiene alto con 39 muertos y 121 contagios según el parte oficial del viernes que se toma en razón del horario de cierre de esta nota. Dos fallecieron ese día. Un porcentaje tremendo tomando en cuenta la población provincial.
La pandemia llegó a Juan José Castelli, la localidad más importante de El Impenetrable. En el barrio Toba de Resistencia, habitado casi totalmente por indígenas de la etnia qom, hay ocho muertos. El gobierno nacional prevé un operativo con testeos semejante al desplegado en la CABA.
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Nadie quiere el default: En la Rosada y en Economía subrayan como un pequeño avance la prórroga de las negociaciones por canje de deuda. El Gobierno ofreció el cambio de fecha, los acreedores aceptaron. Desde el lado argentino del mostrador se traduce: “no quieren el default”. En caso de quererlo, podían haberlo pedido. “El default como la quiebra” –explica el abogado Fernández– recién se decreta cuando alguien lo exige”. El regateo sigue, sin que haya acuerdo. Si se mira con detalle, el monto del reclamo de los Fondos de Inversión bajó bastante mientras la propuesta argentina se mantiene. El acercamiento no es victoria: no se cerró trato. El economista guaraní José Luis Chilavert podría reprender a los negociadores argentinos : “tu no has ganado nada”. Pero la mesa sigue tendida, algo es algo.
Un pacto de confidencialidad vela detalles de las tratativas. Por vías informales, AF busca aliados imprevistos. Larry Fink, capo del Fondo BlackRock, fue apalabrado por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. El Fondo cuenta con importantes inversiones en México, incluso en la petrolera paraestatal Pemex. AMLO le transmitió de modo inequívoco el interés del gobierno mexicano para que haya un acuerdo con la Argentina.
Un dirigente peronista histórico, Domingo Liotta, ofreció buenos oficios para conversar con capitalistas ligados a la comunidad mormona con la que tiene buen trato. Liotta fue médico del presidente Juan Domingo Perón. A los 95 años de su edad sigue activo. Dicta clases en una universidad del Conurbano, esas que no deberían existir.
Inmerso en esas operaciones y sosteniendo al ministro Martín Guzmán, a quien el establishment maltrata con saña tenaz, Fernández controla día a día las peripecias de la pulseada crucial para el futuro.
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Godwin conducción: La llamada ley de Godwin enseña que “a medida que una conversación en línea se alarga, la probabilidad de que aparezca una comparación en la que se mencione a Hitler o a los nazis tiende a uno”. Regla de oro para la derecha autóctona. Portadora de una indignación estable, formulada a los gritos evitando el razonamiento y despreciando militantemente los datos. Las alusiones a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner confirman a diario la sabiduría de míster Godwin. Ramón Carrillo, un sanitarista eximio que hizo escuela y dejó obra incomparable, fue acusado de nazi sesenta años después.
Los poderes fácticos y los cambiemitas sin responsabilidad de gobierno caldean el ambiente, conjugan verbos en primera persona del singular, atentan contra la gramática y la fonética castellana. Propalan furia, meten ruido.
El Gobierno enfrenta a realidades hostiles antes que a ellos. La deuda, las catástrofes sanitarias y económicas. Con errores, con dificultades para domar la inflación de productos básicos, con trabas para las billonarias transferencias de recursos, el oficialismo (con el Presidente a la cabeza) insiste en la racionalidad y los discursos explicativos.
En la vereda de enfrente despotrican contra la tiranía de los infectólogos y mocionan que se forme un comité de expertos en economía. Anécdota de la semana: cuando se le pregunta al gurú Miguel Ángel Broda quiénes deberían integrar ese comité pluralista menciona a Ricardo López Murphy y Domingo Cavallo…
Las cohortes de la derecha exigen fin abrupto de la cuarentena, reapertura abrupta de la economía… y el cuidado de la salud te lo debo. O, mejor dicho: me ne frega y si se complica, que “Alberto” pague los platos rotos que se miden en vidas, nada menos.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/267802-alberto-fernandez-de-la-cuarentena-al-canje-de-deuda