Los primeros ocho meses de gestión en un consejo escolar suelen ser un período crucial para sentar las bases de la dirección y las metas que se desean alcanzar. Durante este tiempo, se espera que el equipo directivo tome decisiones fundamentales que impacten directamente en la calidad educativa y en el bienestar de la comunidad escolar.
Para nosotros Gabriela García, Cristian Lagrecca y Sol Urquiaga, Uno de los primeros pasos clave es la identificación y priorización de las necesidades de las escuelas bajo la jurisdicción del consejo. Esto puede incluir la evaluación de la infraestructura, servicio alimentario escolar, la disponibilidad de recursos, y la identificación de áreas que requieran mejora urgente. En muchos casos, se realizaron auditorías internas para obtener un diagnóstico claro de la situación actual.
La creación de un plan estratégico es otro aspecto fundamental en estos primeros meses. En esos meses incluimos objetivos a corto y largo plazo, con metas claras y alcanzables. El enfoque puede estar en mejorar la calidad educativa, reducir la deserción escolar, trabajos diarios para aumentar el cupo trans y discapacidad, promoviendo el trabajo responsable, promover la inclusión y la equidad, o fortalecer la relación entre la escuela y la comunidad. Es importante para nosotros que este plan estratégico sea el resultado de un trabajo colaborativo entre los miembros del consejo, inspectores, los directores de las escuelas, y otros actores clave como los padres de familia, auxiliares, cocineros, municipio y el personal docente.
Durante este período, también fue y es esencial establecer una comunicación efectiva y fluida entre todos los actores de la comunidad escolar. Esto puede lograrse a través de reuniones regulares, encuestas de satisfacción, y otros mecanismos de retroalimentación. La transparencia en la gestión y la toma de decisiones es crucial para ganar la confianza de la comunidad y asegurar que todas las acciones del consejo estén alineadas con las expectativas y necesidades de todo los agentes involucrados dentro de la comunidad educativa, los estudiantes y sus familias.
En estos primeros meses, nos encontramos dentro y fuera del consejo escolar desafíos significativos, como limitaciones presupuestarias, conflictos internos, o resistencia al cambio. La manera en que estos desafíos se manejan puede determinar el éxito o fracaso de la gestión. Un liderazgo fuerte, acompañado de una visión clara y una disposición para el diálogo y la negociación, es vital para superar estas dificultades y avanzar hacia los objetivos propuestos.
Finalmente, en estos primeros ocho meses demostramos que trabajando espalda con espalda con el Sr. Intendente Pablo Humberto Garate, funcionarios de la ciudad cabecera y de todas las localidades, empleados municipales colaborando, hemos logrado importantísimos logros en tan corto lapso de tiempo, como así también el agradecimiento al apoyo y gestión del Subsecretario de Infraestructura Escolar, Ariel Lambezat, el Director Pcial de Infraestructura Escolar, Juan Martin Zabaleta, al director administrativo de consejos escolares de la provincia de Buenos Aires, Martin Pérez Müller y todos aquellos que de una u otra manera nos han acompañado desde el primer momento.
Este período establece el tono para el resto del mandato, por lo que es importante que las acciones emprendidas reflejen una dirección clara y un deseo genuino de generar un impacto positivo en la educación y la comunidad.