Costa Rica votó este domingo para elegir a un nuevo presidente entre 25 candidatos y sin ningún favorito para afrontar la crisis económica que golpea a una de las democracias más estables de América latina, lo que hace prever una segunda vuelta. En estos comicios también se elegían a los 57 diputados del Parlamento. Las autoridades electorales destacaron una concurrencia masiva a las urnas, pese a que la campaña se caracterizó por el poco entusiasmo ciudadano. A las seis de la tarde hora local cerraron las mesas electorales y, según adelantó el Tribunal Supremo de Elecciones, el primer cómputo se iba a dar a conocer a partir de las 21 (24 horas de Argentina).
Se esperaba que ningún candidato alcance el 40 por ciento necesario para evitar el ballotage. Entre los aspirantes a la presidencia, según los sondeos previos, solo tres tenían claras chances de llegar a segunda vuelta: el expresidente centroizquierdista José María Figueres, la socialcristiana Lineth Saborío y el conservador evangélico Fabricio Alvarado.
Figueres, quien lideraba las encuestas con el 17 por ciento de las adhesiones, fue de los primeros candidatos en emitir su voto en el pueblo de La Lucha, una zona rural al sudoeste de la capital San José. “Este país tiene un millón y medio de personas viviendo en pobreza y medio millón en pobreza extrema. Esas cosas nunca las habíamos vivido en esa magnitud en este país”, sostuvo el candidato de centroizquierda.
Segunda en las encuestas, con 13 por ciento de los votos, estaba Saborío, quien aseguró antes de votar que, en caso de una segunda vuelta, no tendría problema en “sentarse a aportar ideas” con el resto de los candidatos. La candidata del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) expresó que su gobierno será “respetuoso de los derechos de las mujeres y los derechos humanos”.
También en las primeras horas del domingo votó Alvarado, tercero en los sondeos con el 10,3 por ciento. “Somos la mejor opción para la reactivación económica y para vencer al bipartidismo que representa la corrupción”, dijo el predicador evangélico y candidato del Partido Nueva República tras emitir su sufragio. Los otros aspirantes con alguna posibilidad de acceder al ballotage eran el economista de derecha Rodrigo Chaves y José María Villalta, abogado y dirigente de izquierda.
La clave de los principales candidatos pasaba por lograr seducir a la masa de indecisos que marcaron las encuestas. Los estudios de opinión pública del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica mostraron que los indecisos estaban por encima del 30 por ciento. En Costa Rica el voto es obligatorio, pero no hay sanciones por no emitirlo.
Conocido por ser el primer país de Latinoamérica en el ranking global de felicidad 2018-2020, la alegría de los habitantes de Costa Rica se ve opacada por una severa crisis financiera y social. El desempleo del 14,4 por ciento, la pobreza del 23 por ciento y una economía con una deuda pública equivalente al 70 por ciento del PBI encendieron las alarmas del pueblo tico. La situación se agravó con la pandemia de coronavirus, que golpeó duramente al turismo, uno de sus principales motores.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/400095-en-medio-de-una-crisis-economica-costa-rica-eligio-a-su-pres