El Vaticano inició hoy el análisis de los restos de osarios de su cementerio alemán para hallar los cuerpos de las princesas que no estaban sus tumbas, abiertas durante la búsqueda de Emanuela Orlandi, una joven que desapareció en 1983.
El portavoz interino del Vaticano, Alessandro Gisotti comunicó que las labores comenzaron esta mañana en Roma y se analizaon los restos de ambos osarios. Allí cerca están las tumbas donde se pensaba que estaban las princesas Sofía von Hohenlohe y Carlota Federica de Mecklemburgo, fallecidas en 1836 y 1840, respectivamente.
Los sarcófagos fueron abiertos el pasado 11 de julio, en las operaciones de búsqueda de la adolescente Orlandi, que tenía 15 años cuando desapareció en 1983. Según una carta anónima, el cuerpo de la hija de un empleado del Vaticano estaba allí.
Sin embargo, al abrirlos, fueron encontrados vacíos y por ello se está ahora buscando a las dos princesas, porque se cree que pudieron ser cambiadas de lugar en unas obras posteriores a su sepultura.
“Los restos fueron analizados y estudiados in situ por el profesor Giovanni Arcudi y su equipo, ante la presencia del experto de confianza designado por la Familia Orlandi, de acuerdo con los protocolos reconocidos internacionalmente”, explicó Gisotti.
Las labores se extendieron por seis horas y los restos fueron sometidos a una primera valoración. Las tareas se retomarán el próximo sábado con un “profundo análisis morfológico” de los mismos.
El portavoz vaticano reiteró la disponibilidad del estado papal en ayudar a la familia Orlandi en su búsqueda en el cementerio alemán, “a pesar de que se base en una mera indicación anónima”.
El caso Orlandi conmocionó a Italia en junio de 1983. La desaparición de la joven llevó a varias teorías, como la implicancia de miembros de la curia romana, un presunto vínculo con el atentado que el turco Ali Agca perpetró contra el papa Juan Pablo II, o una acción llevada a cabo por la mafia de Roma, conocida como Banda de la Magliana.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/207407-analizan-restos-oseos-en-el-vaticano-por-el-caso-de-emanuela