“Ahora se vienen unas semanas en las que Cornejo va a invitar a bailar a muchas personas… y le van a decir que no.” El comentario, no exento de humor negro, surge de las filas de radicalismo. El titular de la UCR, Alfredo Cornejo, anunció al final de la Convención radical –que ratificó la permanencia de los radicales en Cambiemos– que buscará sumar a otros sectores a la alianza con el PRO. Desde el macrismo también son muy escépticos en poder conseguir la ampliación que piden los radicales y, por eso mismo, la aceptan sin problemas. En cambio, no ven con buenos ojos la competencia en las PASO. Sí podrían discutir una fórmula con un radical. Quizás por eso, el presidente Mauricio Macri festejó el resultado del encuentro: “La Convención del Partido Radical es un ejemplo de la importancia que tienen los debates, en todos los niveles, para que la democracia se mantenga vital, cambiante, ágil y atenta”.
El día después de que los radicales ratificaran su permanencia en Cambiemos, pero con condiciones (la ampliación, lugares en las listas), la mirada en el PRO contenía una sonrisa burlona: “Se quedaron sin el cuco de Roberto Lavagna antes de tiempo y no les quedó otra que jugar dentro de Cambiemos”, consideró un dirigente macrista que ha atravesado muchas elecciones y que conoce a los radicales como pocos. “Y lo que proponen… La verdad, les aceptamos la ampliación. ¡Que los vayan a buscar! No viene nadie. Los tipos venían cuando estábamos fuertes. Ahora es tarde”, indicó el dirigente, no sin amargura.
Las dudas ahora se trasladan a cómo serán las negociaciones entre la Comisión que se formó (y que conduce Cornejo) y el Gobierno. El titular de la UCR dejó correr la versión de que pedirá que Macri no sea candidato, pero muchos dudan de que llegue a proponerlo en una reunión… y de cuántos radicales lo acompañarán en esa propuesta. También habrá que ver cuánta presión hacen para que un radical vaya en la fórmula ahora que queda claro que consideran que es una fórmula que puede perder. Desde la Rosada se muestran más abiertos que nunca a discutir esa posibilidad. Entre los posibles compañeros de fórmula, el macrismo vería con agrado a Mario Negri. Martín Lousteau sigue en la lista, pero no tiene la simpatía de Marcos Peña. Hay otros en consideración, pero no muchos.
Entre las cláusulas que incluyeron en el documento los radicales está la de impedir que el macrismo les pueda vedar el colgar sus listas de la boleta presidencial (una hipótesis disuasiva que lanzaron desde el macrismo sería que, si desde la UCR quieren llevar un candidato propio, los radicales vayan con lista propia y el ganador se queda con todo; los radicales le temen a esto). La discusión más encarnizada llegará entre el 12 de junio y el 22 de junio: en esos diez días se definirán las candidaturas y los lugares en las listas.
Desde el entorno de Cornejo indicaron a este diario que ahora “la pelota está en la cancha de la Rosada. Ellos deben convocar al radicalismo”. Ayer desde el Gobierno no dieron señales de cuándo será eso.
Sí se deshicieron en elogios, comenzando por Macri, quien dijo que “la Convención dio pasos importantes hacia la consolidación de Cambiemos, una alianza que asume los desafíos del siglo XXI con una visión más allá de lo electoral”. “Valoramos la propuesta de institucionalizarla para construir certezas en el tiempo acerca de nuestro proyecto común. “Estamos convencidos sobre el rumbo del cambio que está llevando al país hacia el progreso real. La consolidación de Cambiemos es un paso fundamental en dirección a ese rumbo”, sostuvo en un hilo de tuits.
En la misma línea, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, sostuvo que “juntos vamos a ganar esta elección para seguir gobernando el país cuatro años más, continuando con el camino del cambio iniciado en el 2015”. “Cambiemos fue ratificado por los tres partidos fundadores”, sostuvo, en referencia también al congreso de la Coalición Cívica que velozmente le dio el visto bueno al proyecto de reelección de Macri. “Trabajaremos juntos en llevar adelante una mayor institucionalización y en busca de seguir creciendo”, dijo Peña.
Por su parte, el jefe del bloque PRO, Nicolás Massot, observó que “lo que busca la UCR es una dinámica de coalición de gobierno y no sólo una coalición parlamentaria”. Massot –que responde al sector de Emilio Monzó que había planteado la ampliación hace dos años y fue castigado por eso por la línea de Peña– sostuvo que hubo “un planteo de apertura que personalmente comparto y me parece que el presidente está dispuesto a hacer”. Al cerrar la convención, Cornejo había prometido una ronda de reuniones. “Vamos a plantear a otros actores, como el peronismo republicano como lo hemos llamado, para ver en qué condiciones se puede confluir”, había dicho. Como decían en el PRO y susurraban en la UCR, habrá que ver quién lo atiende.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/196901-un-baile-al-que-nadie-quiere-ir